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Características del Bautismo del Espíritu Santo
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Hay al menos cuatro características de la obra bautizadora del Espíritu: l . Todos los creyentes han sido bautizados por el Espíritu. Este ministerio no se ha reservado para unos pocos seleccionados. Si fuera así, el cuerpo de Cristo estaría compuesto sólo de aquellos seleccionados o espiritualmente calificados para ser bautizados. En el pasaje clave ( 1Corintios 12: 13) observamos que Pablo no dijo que sólo los espirituales de Corinto habían sido bautizados. Dijo que todos. Notamos también que no les exhortó para que se bautizaran, como hacen algunos grupos hoy día, con objeto de ser espirituales. Ciertamente esto habría sido una fácil solución para los problemas creados por la carnalidad en la iglesia de Corinto, de ser una solución válida. Pero el bautismo, de por sí, no da poder; nos coloca en una relación de la que puede salir poder. Más prueba de que todos los creyentes han sido bautizados se ve en la falta de exhortaciones o mandamientos en el Nuevo Testamento para ser bautizados por el Espíritu. Si algunos cristianos han sido bautizados y algunos no, sin duda encontraríamos en alguna parte exhortación para los que no han sido bautizados. Pero en ninguna parte se encuentra, lo que confirma el hecho de que todos los creyentes han experimentado esta obra del Espíritu. 2. Cada creyente es bautizado por el Espíritu Santo sólo una vez; el bautismo no se repite. Cada creyente es bautizado al tiempo de su conversión y no hay referencia escritural que indique que la misma persona se bautiza por segunda vez. En verdad, el tiempo de la palabra bautizar en griego en 1Corintios 12:13 indica una experiencia que no se repite. Piense por un momento en lo que significarían bautismos repetidos. Puesto que el bautismo del Espíritu coloca a la persona en el cuerpo de Cristo, otro bautismo significaría que la persona ha salido del cuerpo desde su primer bautismo y, al tiempo del segundo bautismo, se reincorpora en el cuerpo. Semejante idea es totalmente extraña a la Escritura. 3. Cada creyente es bautizado una vez, y todos los creyentes lo han sido, tanto si lo saben como si no. Esto que Dios hace pornosotros tiene lugar tanto si somos conscientes de ello como si no.No quiero decir que no se registra ninguna experiencia comoresultado de esta nueva posición, pero el bautismo en sí, lacolocación efectiva del creyente en el cuerpo de Cristo, es algoque sucede, tengamos o no tengamos experiencia o conciencia ocomprensión de él. 4. El hecho de que todos los creyentes son bautizados en el cuerpo no garantiza que se experimentará o se desplegará el poder en la vida. Los corintios, todos los cuales habían sido bautizados, quedaron muy cortos de demostrar el poder de Dios en sus vidas. Fueron bautizados, pero eran carnales. En cuanto a los gálatas, ellos también habían sido bautizados, pero estaban muy lejos de ser cristianos espirituales (Gálatas 3:27; cp. 1 :6; 4:9). La demostración de poder compatible con nuestra nueva posición incluye otros factores, pero la posición misma puede conseguirse solamente por la obra de bautismo que realiza el Espíritu. Así la unión con Cristo significa la introducción del creyente en ese nuevo ambiente de la vida de resurrección de Cristo por medio de la obra bautizadora del Espíritu Santo. Antes estábamos en Adán, y ahora en Cristo, transferidos por un milagro de la gracia de Dios. Cuando yo era estudiante el transplante de la córnea del ojo era una operación nueva y sorprendente. En particular, un caso tuvo mucha publicidad porque se trataba de la córnea del ojo de un criminal que esperaba ser ejecutado que se transplantó al ojo de un ciudadano ciego de aquel estado. El que iba a recibir la córnea fue a visitar al donante antes de que fuera ejecutado, y aquello recibió todavía más publicidad en la prensa. Después de la ejecución se efectuó la operación y el hombre que no tenía vista pudo ver. Esa córnea ilustra muy bien lo que es verdad de cada creyente en Cristo. Antes estaba, como el ojo del criminal, en Adán, justamente condenado a muerte. No había forma de escapar aparte de una intervención milagrosa. Precisamente eso fue lo que pasó cuando creyó en Cristo. Ocurrió un milagro y pasó de la condenación de muerte en Adán a estar en Cristo por medio de la obra bautizadora del Espíritu. Y entonces aquel que fue condenado fue justificado y colocado en la nueva esfera de vida de resurrección con todos sus privilegios y responsabilidades. Esta es la verdadera historia de todo creyente en Cristo. Si desea conocer más aspectos sobre qué significa estar Unido a Cristo, le motivamos a estudiar el curso Equilibrio en la Vida Cristiana, lecciones que encuentra en el Ciclo de Estudios de Vida y Hogar Cristiano.
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Escrito por:
Charles Ryrie.
Fecha de publicación
8/30/2010 2:31 PM
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