|
|
|
|
|
Seamos Libertados - La Preparación del Libertador
|
La Preparación del Libertador (Éxodo 2:11-25) Moisés pasó sus primeros cuarenta años (Hch. 7:23) sirviendo en la burocracia egipcia. (Algunos estudiosos piensan que estaba siendo preparado para ser el siguiente Faraón.) Egipto parecía el lugar menos probable para que Dios empezara a entrenar a un líder, pero los caminos de Dios no son nuestros caminos. Él usó varios métodos para adiestrar a Moisés para el servicio. Educación. "Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras" (Hch. 7:22). ¿Qué involucraba esto? Egipto contaba con una civilización altamente desarrollada en este tiempo, particularmente en el área de la ingeniería, matemáticas y astronomía. Gracias a su conocimiento de la astronomía, fueron capaces de desarrollar un calendario bastante exacto, y sus ingenieros planearon y supervisaron la construcción de edificios que todavía se mantienen en pie. Sus sacerdotes y médicos fueron maestros en el arte de embalsamar, y sus dirigentes políticos fueron hábiles en la organización y la administración. Los visitantes de Egipto quedan hoy impresionados con los logros de este pueblo antiguo. Los siervos de Dios deberían aprender todo lo que pudieran, dedicárselo al Señor, y servirle fielmente. Fracaso (Éx. 2:11-14). Aunque algunas personas estaban confundidas en cuanto a su identidad racial (v. 19), Moisés sabía que era un hebreo y no un egipcio, y no pudo hacer otra cosa que identificarse con la situación de sufrimiento de su pueblo. Un día tomó la decisión valerosa de ayudarlos, aunque eso implicara perder su elevada posición como el hijo adoptivo de la princesa real (He. 11:24-26). Los placeres y los tesoros de Egipto desaparecieron de su vista cuando se vio a sí mismo ayudando a libertar al pueblo escogido de Dios. Es posible que el funcionario egipcio no estuviera simplemente disciplinando al esclavo hebreo, sino matándolo a golpes, porque la palabra hebrea puede significar eso, de manera que cuando Moisés interfirió, estaba probablemente salvándole la vida. Y si el funcionario egipcio se volvió contra él, lo que es muy probable, entonces Moisés tuvo también que defenderse a sí mismo. Pero si Moisés estaba planeando libertar a los hebreos matando a los egipcios uno a uno, iba a recibir una gran sorpresa. Al día siguiente descubrió que los egipcios eran solo una parte del problema, ¡porque los israelitas no podían ni siquiera llevarse bien unos con otros! Cuando trató de reconciliar a dos de ellos, rechazaron su ayuda. Aun más, se enteró de que lo sucedido el día anterior era ya conocido y que el Faraón le buscaba para matarlo, solo podía hacer una cosa, y ésta era huir del país. Estos dos incidentes revelan que Moisés era un hombre compasivo y sincero en sus motivos, pero impetuoso en sus acciones. Sabiendo esto, usted nunca sospecharía que tiempo después se diría de él que" era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra" (Nm. 12:3). Su fracaso en ayudar a liberar a los hebreos debió haberlo dejado deshecho. Esa es la razón por la que Dios lo llevó a Madián y le hizo estar allí como pastor durante cuarenta años. Tenía que aprender que la liberación vendría de las manos de Dios y no de las suyas (Hch. 7:25; Ex. 13:3). Soledad y servicio humilde (Éx. 2:15-25). Moisés se convirtió en un fugitivo y huyó a la tierra de Madián, que eran parientes de los israelitas (Gn. 25:2). Consecuente con su naturaleza valerosa, ayudó a las hijas de Reuel, el sacerdote de Madián (Éx. 2:18), lo que produjo que fuera bien recibido en su hogar y se casara con Séfora, una de las hijas, quien le dio un hijo. Luego engendraron otro hijo a quien llamaron Eliezer (Ex. 18:1-4; 1 Cr. 23:15). Reuel ("amigo de Dios") era también conocido como Jetro (Éx. 3:1; 18:12,27), pero Jetro ("excelente") pudo haber sido su título como sacerdote más que su nombre propio. El hombre que era "poderoso en sus palabras y obras" se encuentra ahora solo en los prados cuidando de ovejas obstinadas, pero ésa era la clase de preparación que necesitaba para dirigir una nación de gente dura de cerviz. Israel era el pueblo especial de Dios (Sal. 100:3) y Moisés su pastor escogido. A semejanza de los trece años de esclavitud de José en Egipto y la pausa de tres años de Pablo después de su conversión (Gá. 1 :16, 17), los cuarenta años de espera y trabajo de Moisés le prepararon para una larga vida de ministerio fiel. Dios no pone sus manos de repente sobre sus siervos, sino que se toma su tiempo para equiparlos para el trabajo. Las demoras de Dios no son indicación de despreocupación, porque Él oía los gemidos, veía los apuros, sentía los dolores, y recordaba su pacto. Lo que ha prometido, lo cumplirá, porque nunca rompe su pacto con su pueblo. Cuando llega el momento oportuno, Dios actúa inmediatamente. Comience hoy a estudiar la vida de Moisés y descubra más facetas de este hombre de Dios a través de la serie Seamos Libertados, encuentra está serie de lecciones en el Ciclo de Estudios de Libros de la Biblia.
|
Escrito por:
Warren Wiersbe.
Fecha de publicación
9/17/2010 4:49 PM
Número de visitantes
4851
|
|
|
|
|
|
|
|