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Líderes con corazón humilde

Ester no declaró cuál era su pueblo ni su parentela, porque Mardoqueo le había mandado que no lo declarase. Y cada día Mardoqueo se paseaba delante del patio de la casa de las mujeres, para saber cómo le iba a Ester, y cómo la trataban.
Y cuando llegaba el tiempo de cada una de las doncellas para venir al rey Asuero, después de haber estado doce meses conforme a la ley acerca de las mujeres, pues así se cumplía el tiempo de sus atavíos, esto es, seis meses con óleo de mirra y seis meses con perfumes aromáticos y afeites de mujeres, entonces la doncella venía así al rey. Todo lo que ella pedía se le daba, para venir ataviada con ello desde la casa de las mujeres hasta la casa del rey. Ella venía por la tarde, y a la mañana siguiente volvía a la casa segunda de las mujeres, al cargo de Saasgaz eunuco del rey, guarda de las concubinas; no venía más al rey, salvo si el rey la quería y era llamada por nombre. Cuando le llegó a Ester, hija de Abihail tío de Mardoqueo, quien la había tomado por hija, el tiempo de venir al rey, ninguna cosa procuró sino lo que dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres; y ganaba Ester el favor de todos los que la veían. Fue, pues, Ester llevada al rey Asuero a su casa real en el mes décimo, que es el mes de Tebet, en el año séptimo de su reinado. Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y halló ella gracia y benevolencia delante de él más que todas las demás vírgenes; y puso la corona real en su cabeza, y la hizo reina en lugar de Vasti. Hizo luego el rey un gran banquete a todos sus príncipes y siervos, el banquete de Ester; y disminuyó tributos a las provincias, e hizo y dio mercedes conforme a la generosidad real. Cuando las vírgenes eran reunidas la segunda vez, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del rey. Y Ester, según le había mandado Mardoqueo, no había declarado su nación ni su pueblo; porque Ester hacía lo que decía Mardoqueo, como cuando él la educaba. Ester 2:10-20

Ester tenía un espíritu dócil todo el tiempo,Mardoqueo le había mandado que no revelara quiénes eran ellos y Ester no había dicho todavía cuál era su pueblo o su parentela, como se lo había ordenado Mardoqueo.  Ella hizo lo que él le mandó, tal como cuando estaba bajo su cuidado. (Ester 2:10, 20). Ni el haberse convertido en una finalista en esta frenética competencia ni reina después, lograron que Ester hiciera alarde de su independencia ni que se jactara.  ¡Qué va!, esta encantadora, reservada y sabia mujer estaba aun dispuesta a escuchar y aprender. Ester sigue siendo un excelente ejemplo para las mujeres de hoy en día. Algunas de ustedes son expositoras maravillosas. Tienen la capacidad de pararse frente a un grupo y enseñar las Escrituras o algún otro campo del conocimiento, y mantener embelesado al auditorio con su creatividad y sus ideas. Otras de ustedes se han distinguido en el servicio público, han desempeñado papeles y cargos de prestigio en la comunidad. Es posible que hayan viajado mucho y que se muevan con mucha confianza en círculos exclusivos de hombres y mujeres influyentes con quienes tienen una relación de confianza. No hay nada malo en todo esto, pero permítame preguntarle algo: ¿Le ha impedido eso seguir siendo dócil? ¿Se ve ahora a usted misma como la autoridad máxima y perfecta? ¿O simplemente eso la ha hecho consciente de lo inmensa que es su ignorancia? Espero que sea esto último.

Alguien dijo: “Educación es ir de una percepción no consciente a una percepción consciente de nuestra propia ignorancia”.  Y estoy de acuerdo con esta declaración. Ninguna persona tiene el monopolio del conocimiento.  El darse importancia mencionando a gente reconocida, o de renombre no aumenta la importancia de su propio carácter. En todo caso, lo que hace es reducirla. Nuestra gran necesidad es cultivar la disposición de aprender y seguir siendo dóciles. Aprender de nuestros hijos. Aprender de nuestros amigos. Aprender de nuestros enemigos.
¡Qué hermoso es encontrar una persona con un corazón humilde y dócil entre quienes ocupan altas posiciones de autoridad!
¿Está usted todavía, al igual que Ester, con la disposición de escuchar y aprender? 


Escrito por:   Charles R. Swindoll.    Fecha de publicación  2/8/2011 10:46 AM
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