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El Estrés y sus efectos
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Lista de síntomas producidos por el estrés 1- Se me hace difícil relajarme. 2- Siento tensión en el cuello y hombros. 3- Tengo dolor de espalda o contracturas. 4- Siempre estoy cansado y desganado. 5- Tengo fuertes dolores de cabeza. 6- A menudo sufro de indigestión. 7- Con frecuencia tengo diarrea o estreñimiento. 8- Parece que tengo principios de úlcera. 9- No puedo dormir bien. 10- Rechino los dientes de noche o mantengo los dientes apretados sin ningún motivo. 11- Soy muy susceptible a los catarros y virus. 12- Sufro alergias, asma o me enfermo muy seguido 13- Como en exceso e ingiero muchas golosinas. 14- He perdido mucho o he aumentado mucho de peso. 15- Con frecuencia tengo las manos frías y sudorosas. 16- En ciertos momentos me falta el aire o respiro con dificultad. 18- Mi pulso es acelerado. 19- Generalmente ando nervioso e intranquilo. 20- Ciertos días me desanimo y estoy muy susceptible al dolor ajeno, es decir me deprimo fácilmente y no lo puedo controlar. ¿Cómo dejar la senda del exceso? Las señales que hay en la carretera son para advertirnos de los cambios o peligros que se avecinan. Dios también nos envía señales que encontramos en el camino, y que nos alertan de peligros espirituales, emocionales, o físicos. Consejos para reducir el Estrés. 1- Baje el límite de velocidad que le conduce al estrés. a. Baje la velocidad y haga los cambios necesarios para tener una buena salud física, emocional y espiritual. (Salmos 127:2) b. Baje la velocidad y alimente su vida espiritual. (Salmos 119:71) 2- Deténgase en la carretera que le conduce al estrés. a. Deténgase y vea la verdadera razón del estrés. (Gálatas 1:10) b. Deténgase, confiese y aléjese de los pecados conocidos que hay en su vida. (Proverbios 28:13) 3- Ceda en el camino de su ruta estresada. a. Ceda las circunstancias por las que está pasando al control soberano de Dios. (Proverbios 21:1) b. Ceda a Dios sus derechos y expectativas. (Proverbios 3:5) 4- Reanude la marcha lentamente, con cambios lógicos que no le conduzcan a destruir su vida. a. Reanude la marcha, viva en la presencia de Dios. (Salmos 62:1) b. Reanude su marcha lentamente, viva un día a la vez. (Mateo 6:34) c. Reanude su marcha sin afanarse por nada, sino orando por cada cosa o situación, problema o necesidad. (Filipenses 4:6) d. Reanude su marcha, recordando que Dios tiene todo bajo control. (1 Pedro 5:6)
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Escrito por:
Esperanza para el Corazón
Fecha de publicación
2/2/2012 12:42 PM
Número de visitantes
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