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Dios no está lejos
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"Esto lo hizo Dios para que todos lo busquen y, aunque sea a tientas, lo encuentren. En verdad, él no está lejos de ninguno de nosotros." Hechos 17:27 (NVI)
Atenas era un conglomerado cosmopolita que se autoalimentaba de nuevas teorías. La filosofía era la vedet del momento. Y cada nueva teoría era muy bienvenida ante los atentos oídos de nuevos filósofos. Atenas era una ciudad deseosa de escuchar nuevos conceptos y donde se potenciaba el estudio. Había de todo y el areópago era el epicentro de esa búsqueda de nuevas verdades.
Cuando Pablo llega a esta ciudad se enojó mucho. Estaba plagada de estatuas. Las divinidades estaban en cada esquina, hasta por demás. Incluso para no olvidarse de ninguna, habían levantado la estatua al dios no conocido previendo la posibilidad que alguna les quedara por construir. Y frente a tanta idolatría, este siervo de Dios se enoja. No puede entender como hombres tan sabios y filósofos sean tan tontos de pensar que un pedazo de piedra puede responder a sus oraciones, en lugar de recurrir directamente al Dios Verdadero.
Cada vez que leo la predicación de Pablo en la cuna de la filosofía en Atenas, me sorprende la ductilidad de este gran maestro. Aunque estaba muy enojado, tuvo la suficiente claridad para comprender que tantas estatuas implicaban que los atenienses se sentían lejos de sus dioses, no escuchados ni atendidos. Y esa situación les generaba temor e inquietud.
Por eso remata su predicación con esta aseveración eterna: Dios no está lejos. Para los filósofos griegos esto era una utopía. Pero para Pablo era una realidad cotidiana. Tan fuerte fue la declaración que varios nobles aceptaron el mensaje de Jesucristo. ¿Cómo vas a quedar indiferente ante semejante muestra de amor y atención?
Dos mil años más tarde, los seres humanos estamos buscando un camino de espiritualidad. Meditación, culturas orientales, yoga, ansiolíticos, buenas intenciones, música suave son algunas de las estatuas que hoy levantamos en la vereda de nuestra vida, tratando de llenar el vacío que tenemos en el corazón. Otros le ponen rutina religiosa y obligaciones en la iglesia.
Pablo vuelve a recordarnos que Dios no está lejos. Que no necesita una religión para demostrarlo. Que Dios prefiere establecer con nosotros una relación personal. ¿Te sientes lejos de Dios? No es culpa de Dios. Es porque te alejaste. Vuelve a generar una relación íntima con Dios. Él está dispuesto.
REFLEXIÓN – No te alejes de Dios
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Escrito por:
Daniel Pérez Cliffe
Fecha de publicación
5/10/2012 10:03 AM
Número de visitantes
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