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Confíe...Dios suplirá las necesidades
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Dios escuchó las quejas del pueblo de Israel (Éx. 16:4-18) y en Su gracia y misericordia satisfizo sus necesidades. Les dijo que en la tarde tendrían carne para comer (v. 8), y que en la mañana llovería pan del cielo (v. 4). Al darles estas provisiones especiales, les estaba probando para ver si ellos creerían y obedecerían.
La promesa de Dios (Ex. 16:4, 5, 8, 11, 12). En nuestro peregrinaje por la vida, vivimos en base de promesas, no de explicaciones. Cuando nos sentimos heridos, es una respuesta normal preguntar" ¿por qué?", pero ése es el método equivocado. Porque cuando le hacemos a Dios esa pregunta, estamos asumiendo una postura de superioridad, dando la impresión de que nosotros estamos en control y de que Dios es responsable ante nosotros. Dios es soberano y no tiene que explicar nada a menos que quiera hacerlo. Preguntarle "¿por qué?" es pretender que si Dios nos explicara sus planes y propósitos, nosotros lo entenderíamos perfectamente y nos sentiríamos mejor. Cuando leemos el libro de Job, vemos a Job frustrado con Dios y diciendo repetidas veces: "Me gustaría encontrarme con Dios y hacerle unas cuantas preguntas." Y cuando Dios al fin se aparece a Job, se queda tan abrumado que no le pregunta nada (véase Job 40:1-5). ¿Podemos entender los caminos y los planes de Dios cuando sus caminos están tan por encima de nosotros y su sabiduría es tan inescrutable? (Is. 55:8, 9; Ro. 11:33-36). Las explicaciones no sanan corazones quebrantados, pero las promesas sí lo hacen, porque las promesas dependen de la fe, y la fe nos pone en contacto con la gracia de Dios. Continué aprendiendo de la vida de Moisés e Israel en el desierto, estudiando la serie Seamos Libertados. Inscríbase hoy mismo y comience a estudiar el libro de Éxodo, totalmente Gratis en el Instituto Bíblico de BBN.
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Escrito por:
W. Wiersbe - Seamos Libertados
Fecha de publicación
6/7/2012 4:35 PM
Número de visitantes
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