|
|
|
|
|
Enseñar más con el ejemplo
|
"Durante todo un año se reunieron los dos con la iglesia y enseñaron a mucha gente. Fue en Antioquía donde a los discípulos se les llamó «cristianos» por primera vez." Hechos 11:26 (NVI) En los últimos años, el seleccionado nacional de rugby ha mejorado notablemente. Y cada nuevo enfrentamiento con los rivales inaccesibles de años pasados, se convierte en un nuevo desafío a superar. Es notable como el seleccionado nacional a crecido en rendimiento, calidad y potencia. Estamos algo lejos de los mejores del mundo, y que no tenemos esas individualidades geniales que inclinan un partido y dan el triunfo. Sin embargo, este equipo, se caracterizan por la humildad, el juego en equipo, la entrega, el compromiso en cada pelota disputada y la tenacidad para nunca ceder. No hay súper estrellas (como en otros equipos), pero hay un gran equipo. Y sin importar los nombres de sus titulares, la mística del equipo se mantiene. El capitán del equipo, luego del debut en el Campeonato de Rugby comentó que para trasmitir la mística del equipo a los jugadores nuevos que se incorporan en el seleccionado lo hacen con la actitud y el ejemplo. No hay demasiadas palabras, se incentiva a copiar los buenos ejemplos. Cuando escuchaba a este deportista, que está dispuesto a que le duela el cuerpo y lo lastimen en cada pelota por defender los colores de la celeste y blanca, me preguntaba, ¿por qué será tan difícil trasmitir las buenas prácticas cristianas en la sociedad que nos toca vivir? ¿Por qué será tan difícil que las nuevas generaciones sientan pasión por Jesucristo y un deseo profundo de tener intimidad con Dios cada día? ¿Por qué nos cuesta tanto encontrar cristianos decididos a vivir por Cristo y a servirle a pesar de las contras, las dificultades y los obstáculos? Tal vez porque nos falta la metodología de este equipo de rugby. Nos esforzamos en hablar, pero hacemos poco. Damos muchas palabras, pero poco ejemplo. Pablo tenía esta metodología. Él enseñaba de la Palabra y también la vivía. Enseñaba más con su ejemplo que son sus palabras. Y hoy nos falta mucho de eso. Pero aunque falte, no es excusa para que no cumplas lo que debas cumplir, ni para que no vivas como un pequeño Cristo en tu vida cotidiana. Recuperemos la mística de ser cristiano, vivamos con el honor y la gloria de parecernos a Cristo, que los que nos rodean sean impactados por nuestra vida diferente y mejor. Que prediquemos todo el tiempo, y a veces usando palabras.
REFLEXIÓN – Se ejemplo.
Un gran abrazo y bendiciones
|
Escrito por:
Daniel Pérez Cliffe
Fecha de publicación
9/5/2012 10:33 AM
Número de visitantes
4116
|
|
|
|
|
|
|
|