BBN Radio
Cómo Ir Al CieloRadioInstituto BíblicoChatRecursosIdiomasDonacionesContáctenos
Inscribirse|Acceso a los Cursos|Ayudas a sus Preguntas|BI Ayuda de Audio|Quienes somos|Herramientas|Testimonios|
Datos de ingreso
Entrada del estudiante
nombre del usuario:
Contraseña p/este sitio:


¿olvidó su contraseña?
¿olvidó su usuario?
No es un estudiante aún
Carta al Estudiante - Fracasar… no es la muerte
Doy gracias a Dios por darme la oportunidad de compartir contigo en este día. Deseo que el Señor te este guiando en cada área de tu vida, recordemos que para eso nada mejor que mantenernos cerca de Él y de su maravillosa Palabra. Esto es vital para no desviarnos lejos de Él en nuestra vida. Ruego tus oraciones por este ministerio, para que Dios nos de fuerzas y sabiduría para seguir adelante. Vamos al devocional.
Fracasar… no es la muerte
… tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente (Juan 6:69).
Lectura: Juan 18:15-27

El Primer Ministro Winston Churchill sabía cómo levantar el ánimo del pueblo británico durante la Segunda Guerra Mundial. El 18 de junio de 1940, le dijo a una multitud atemorizada: «Hitler sabe que tendrá que destruirnos […] o perder la guerra […]. Por lo tanto, apuntalémonos […] y sostengámonos de tal manera que, si el Imperio Británico [perdura] por mil años, los hombres sigan diciendo: “¡Esa fue su hora de gloria!”».

A todos nos gustaría que nos recordaran por nuestra hora de gloria. Tal vez, la de Pedro fue cuando proclamó: «tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente» (Juan 6:69). Sin embargo, en ocasiones, permitimos que nuestros fracasos sean lo que nos define. Después de que Pedro dijo varias veces que no conocía a Jesús, salió y lloró amargamente (Mateo 26:75; Juan 18).

Como Pedro, todos fallamos: en nuestras relaciones interpersonales, en nuestra lucha contra el pecado y en nuestra fidelidad a Dios. Pero «fracasar no es la muerte», como señaló también Churchill. Felizmente, esto se aplica a nuestra vida espiritual. Jesús le perdonó su fracaso al arrepentido Pedro (Juan 21) y lo utilizó para predicar y guiar a muchos al Salvador.

Recuerda: Fracasar no es la muerte. Con amor, Dios restaura a los que vuelven a Él.
Reflexionemos: Cuando Dios perdona, quita el pecado y restaura el alma.
Editores de Nuestro Pan Diario


¿Qué constituye un fracaso?
Al meditar en Lucas 9:37-50, observamos que las razones por las cuales los discípulos de Cristo fracasaron fueron las siguientes:
   Primero: Les faltó fe. Cristo les dijo: “… ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros, y os he de soportar?...” Lucas 9:41 Cristo los llamó incrédulos. Cualquiera fuera la causa de ellos, no tenían la fe necesaria para este milagro en particular. Cuando nuestra confianza en Dios se estropea, somos vulnerables al fracaso.
   Segundo: Les faltó disciplina. En el pasaje paralelo a Lucas, en Mateo 17, los discípulos le preguntaron a Cristo, por qué no habían podido echar fuera al demonio y Él contestó: “…Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.” (Mateo 17:20). Luego Cristo añadió: “Pero este género no sale sino con oración y ayuno.” ¡Oración y ayuno! La autoridad de los discípulos no era algo automático.
Para ganar, en contra de Satanás, se necesita mucho más que simplemente utilizar el nombre de Jesús. Sin devoción y disciplina nos vamos a dar cuenta que no podemos realizar el ministerio.
   Tercero: Les faltó humildad. Hicieron una pregunta que escuchamos repetidas veces en nuestros días “… ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?” (Mateo 18:1). ¿Quién tiene la iglesia más grande?, ¿Quién es el predicador más importante, o el escritor más influyente? Esas preguntas ponen al descubierto un sentido carnal de comparación. Cuando somos humildes, nos gozamos por el éxito de los demás, y damos el crédito a Dios por cualquier éxito pequeño que podamos tener. He aprendido que cuando no puedo ejercer mi autoridad para ministrar, es porque Dios me está llamando a volver a los rudimentos, “Fe, disciplina y humildad”, los cuales pueden colocarnos de nuevo en el lugar de bendición. Autor: Pastor: Erwin Lutzer.
Cursos Sugeridos:
- 40600 Corriendo con los Gigantes de la Fe
- 40300 Hombres y Mujeres de la Biblia 



Gracias estimado alumno/a por estudiar en el Instituto Bíblico de BBN. Es un privilegio servirte con nuestro equipo de trabajo. Por favor no dejes de orar por nosotros para que en la buena Voluntad de Dios, sigamos avanzando. Muchas Gracias.
¡Ricas bendiciones y que tengas una hermosa semana!

Escrito por:   Equipo de trabajo de BBN    Fecha de publicación  6/22/2015 4:41 PM
Número de visitantes  4655


Próximo: Levanta la mano
Login                                                                                           Herramientas bíblicas   Derechos de autor   Privacidad