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La Clave para Ganar la Batalla...Fe con Acción
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David ganó en la batalla contra Goliat porque había desarrollado algunos hábitos correctos mucho antes de su batalla con Goliat. En los montes de Belén pasó muchas horas tocando su arpa y desarrollando su relación con Dios. Este don especial le dio entrada a la corte más alta en la tierra. Fue escogido a fin de que tocara para Saúl, sencillamente porque los criados del rey buscaron al mejor arpista disponible. También pasó horas y horas practicando con su honda, donde pilas de rocas habían sido usadas como blancos de práctica. Confiar en Dios para las cosas pequeñas hizo más fácil creer cuando llegó la crisis que amenazaba su vida. Había muchos soldados en Israel, pero David tenía algo que ellos desconocían, y era que él entendía los aspectos espirituales del conflicto. Detrás del muy visible gigante se ocultaban algunas fuerzas poderosas. Es por esa razón que aquella batalla sólo podía ser ganada por medio de la fe en Dios. ¿Qué clase de fe mata gigantes?
Fe con Acción Después de que David se ofreció como voluntario para esa designación militar, Saúl sugirió que el joven se vistiera la armadura del rey. Así que David se probó el casco de bronce, la larga espada y la pesada armadura. Pero concluyó: . . . Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué (1 S. 17:39), y se las quitó. Saúl quería que David luciera tan rudo como Goliat. Si podían encontrarse al mismo nivel en el campo de juego, habría una oportunidad externa de que David ganara. La razón natural sugeriría que podemos ganar una batalla sólo cuando somos tan, o más fuertes que nuestro enemigo. Sin embargo, David escogió encontrarse con el gigante en condiciones diferentes. Sí, él estaba en buena forma física; sí, había usado una lanza antes; y sí, tenía sentido vestir una gruesa armadura. Pero eso no era suficiente para vencer al hombre que tenía una enorme fortaleza física, y muchos años de práctica en el lanzamiento de una lanza. Pero David sabía algunas cosas que le darían la victoria: - David entendió correctamente que esa batalla era principalmente espiritual; no un simple conflicto entre dos hombres, sino entre Dios y el dios de los filisteos. Así que David escogió enfrentar ese desafío con un método de lucha que había usado antes. Se sentía más cómodo con una honda que con una armadura que no se había probado. Le podía creer a Dios más fácilmente con algo que él ya había utilizado con éxito, que con un incómodo equipo que le pertenecía a otro. Aquí vemos una hermosa mezcla entre la fe y las obras, la fe y nuestro mejor esfuerzo. Algunas personas piensan que como la batalla es del Señor no debemos hacer nada. - David sabía que la fe no excluye la lucha. La fe significa, sencillamente, que luchamos confiadamente. - David sabía con qué precisión podía disparar, y qué tan cerca de su objetivo debía ir. También sabía que sin Dios no podía ganar. La sola habilidad no le podía ganar a ese aguerrido guerrero. La piedra podía no dar en la frente de Goliat, sino solamente rozarlo, o podía eludirla simplemente moviendo la cabeza. - David también sabía que no tendría muchas oportunidades porque el gigante era hábil arrojando su lanza. Quizá esto explica por qué David tomó solamente cinco piedras; pues no tendría más de cinco oportunidades para usar su honda. No coloquemos a todo el mundo en el mismo molde. Algunos pueden tener éxito con una honda, otros con una espada, pero ningún arma humana puede ganar en una batalla espiritual. Cualesquiera que sean nuestros dones y talentos, si no son activados por Dios, fallaremos. Con qué frecuencia caemos en la trampa de pensar que el éxito viene por comportarnos como los demás. Docenas de libros se han escrito sobre cómo fulano y zutano construyeron una iglesia exitosa, o acerca de cómo un hombre estableció un negocio productivo. La implicación es que cuando seguimos las técnicas de otros, podemos duplicar su éxito. - David sabía que, si usaba la armadura de Saúl, o su propia honda, finalmente, era un asunto de fe; fe en que Dios bendeciría los mejores recursos para él. Si realmente era una batalla entre Dios y el dios de los filisteos, solamente la intervención del Dios verdadero podía resolver el conflicto. No importa que tan excelente sea nuestra estrategia, Dios nos permitirá fallar si ponemos la fe en ésta, antes que en Él. A pesar de nuestras habilidades personales, las fuerzas espirituales sólo pueden ser combatidas con armas espirituales. Satanás no puede ser atacado con recursos humanos, por muy impresionantes que sean. Debe haber fe en el poder del Todopoderoso detrás del esfuerzo humano. La fe en Dios sobrepasa las intimidaciones y la persistente voz del enemigo. La incredulidad decía que Goliat era demasiado grande para golpearlo. ¡La fe decía que era demasiado grande para fallar! Pero David sabía que la fe no es estática, razón por la cual tenía que estar personalmente involucrado en esa aventura que humanamente hablando, incluía un gran riesgo personal. Autor: E. Lutzer – Curso: Creciendo a través del Conflicto - Estudie la Biblia Gratis y permita que Dios transforme su vida. Para inscribirse ingrese a: www.bbnbi.org - (Español) y luego haga clic en Ayudas a sus Preguntas. La Ayuda No. 1 dice Cómo Inscribirse. ¡Dios le bendiga y adelante!
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Escrito por:
Autor: E. Lutzer – Curso: Creciendo a través del C
Fecha de publicación
6/15/2016 2:57 PM
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