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Extraviado y dominado por el pecado
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"Y Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? El respondió: Te he encontrado, porque te has vendido a hacer lo malo delante de Jehová..."1 Reyes 21:20
No hay maldad, ni pecado que quede impune. Acab rey de Israel, se reveló contra Dios, provocándole a ira con todo lo que hacía y llevando al pueblo por el mismo camino. El perverso corazón de Jezabel, su esposa, lo fue corrompiendo de tal manera que no importaba la forma en que consiguiera lo que deseaba. Fue así que Nabot término siendo asesinado por una pequeña viña que heredó de sus padres, ésta injusticia no le importó, con tal de poseer aquella propiedad.
Entonces Dios envía a Elías para confrontarlo y revelarle su verdadera condición. Al verle "Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? El respondió: Te he encontrado, porque te has vendido a hacer lo malo delante de Jehová..." Aquel que servía a Dios, era su enemigo. Este le dice "te he encontrado" es la expresión de hallar a un sujeto que se ha perdido o extraviado... "Te has vendido a hacer lo malo" es decir, has permitido que el pecado adquiera dominio habitual y sin freno sobre ti. La condición de este rey era grave, estaba extraviado y dominado por el pecado. Cuando no hay temor de Dios, y se da lugar a las malas influencias, se pierde el rumbo, allí el pecado se vuelve habitual y sin freno.
Al leer esto, Dios sale a nuestro encuentro, para que veamos cual es nuestra condición. ¿Estoy extraviado? ¿El pecado es habitual en mi vida? Preguntas que debemos responder, sí o no. El relato bíblico del capítulo 21 nos muestra que Acab se arrepintió y Dios tuvo misericordia de él. El sabio rey nos recuerda: "El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia". (Pr. 28:13)
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Escrito por:
José Luis Tobar - Representante de BBN
Fecha de publicación
12/15/2016 2:13 PM
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