Hemos hablado de las cosas que se deben evitar y hemos pensado en cómo evitarlas, pero no hemos explorado la pregunta de por qué debemos ser firmes contra la tentación. ¿Por qué Salomón advertía a su hijo que resistiera la atracción de la lujuria? Sin pensarlo dos veces, el sabio presentó la verdad. Tristemente, muy pocas personas consideran su consejo en la actualidad.
Primero, hay que reconocer que la tentación sexual trata de engatusar «una vida preciada», en otras palabras, ataca a una buena persona. por alguna razón, aquellas personas que tratan de tentar a otras buscan personas de gran talento, habilidad, popularidad o potencial. Cuando la persona talentosa cae víctima de una «mala persona», las consecuencias pueden ser devastadoras. Todo lo que las hacia diferentes ahora ha desaparecido. Arriesgan todo esto y más:
Pérdida de carácter
Pérdida de respeto personal
Pérdida del respeto de los demás
Pérdida de familiares
Pérdida del testimonio cristiano
Pérdida de gozo y Paz
Daño a su carrera
Una reputación arruinada
Vergüenza en la comunidad
Daño a las finanzas individuales
Posibilidad de enfermedad
Comienzo de una vida secreta
Una segunda razón para evitar la tentación sexual es el dolor del castigo que comienza y que nunca termina de manera completa. Aun cuando el rey David se arrepintió, recibió perdón de Dios y se convirtió en el monarca más grande de Israel hasta Jesús, las consecuencias devastadoras de su elección nunca abandonaron su hogar ni su corazón.
De hecho, sus hijos siguieron sus pasos, llevando ese legado de impureza sexual. Aquel que cede a las tentaciones lujuriosas sufrirá ciertamente, así como su simiente.
Tercero, cuando no se evita la tentación sexual, hay una clara evidencia de falta de sentido común. Salomón asemejaba la tentación con el «fuego» y las «brasas» (Proverbios 6:27, 28).
Solo un tonto trataría de guardar una llama de fuego en su bolsillo o caminar por brasas de fuego ardiendo. De manera similar, solo un tonto se mantendría cerca de algo que puede amenazar su vida.
Reflexión: Salomón ofreció razones universales para evitar la tentación sexual. Esta razón es aplicable a todas las personas. ¿Cuáles razones para evitar la tentación son especialmente relevantes para usted, teniendo en cuenta su temperamento, sus desafíos particulares y su perspectiva y posición en la vida?