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CONFIAR EN DIOS PARA EL EQUILIBRIO Y ESTABILIDAD
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“Bendito el varón que confía en el Señor, y cuya confianza es el Señor”. (Jer.17:7) Las personas que viven en Cherrapunji, en la India, han desarrollado una forma singular para cruzar los numerosos ríos y corrientes de su tierra: hacen crecer puentes con las raíces de árboles gomeros. A estos «árboles vivientes» les lleva de diez a quince años madurar, pero, una vez que se forman, son sumamente estables y duran cientos de años.
La Biblia compara a la persona que confía en Dios con «el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces» (Jeremías 17:8). Como sus raíces están bien alimentadas, este árbol soporta temperaturas extremas y, durante las sequías, sigue dando fruto.
Como un árbol sólidamente arraigado, las personas que dependen de Dios tienen una sensación de equilibrio y vitalidad a pesar de atravesar las peores circunstancias. Por el contrario, aquellos que ponen su confianza en otros seres humanos suelen vivir con una sensación de inestabilidad. La Biblia los compara con arbustos del desierto que, con frecuencia, están desnutridos y solos (v. 6). Lo mismo sucede con la vida espiritual de las personas que abandonan a Dios. ¿Dónde están nuestras raíces? ¿Estamos arraigados en Jesús? (Colosenses 2:7). ¿Somos un puente que guía a otros hacia Él? Si conocemos a Cristo, podemos dar testimonio de esta verdad: Bienaventurados son aquellos que confían en el Señor
Reflexión: Aún las pruebas fuertes no pueden derribar a la persona que está arraigada en Dios. Verdades acerca de las Pruebas Cuando las pruebas turbulentas soplan en su vida, ¿cómo responde? ¿Entra en pánico buscando soluciones? Sabía que las pruebas podría estar tratando de comunicar un mensaje a través de usted?. Quizá su tendencia sea negar los hechos, culpar a otros o simplemente hundirse en la autocompasión. Sin importar las circunstancias, tenga presente que el Espíritu de Cristo vive en usted y le da poder para vivir por encima de los vientos de cualquier adversidad. -Todas las personas experimentan pruebas. “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese”. (1 Pedro 4:12) - Las pruebas tienen un propósito divino. “Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”. (Romanos 5:3-5) - Las pruebas son temporales. “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas”. (1 Pedro 1:6) - Dios controla las pruebas. “Dios... no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir”. (1 Corintios 10:13) - Las pruebas fortalecen nuestras áreas débiles. “Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. (2 Corintios 12:10) - Las pruebas vienen junto con la gracia de Dios para soportarlas. “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Corintios 12:9) Autor: Esperanza para el Corazón
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Escrito por:
Escritores de Nuestro Pan Diario.
Fecha de publicación
7/10/2019 2:26 PM
Número de visitantes
2404
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