Los signos vitales son mediciones de las funciones más básicas del cuerpo. Los cuatro signos vitales principales que los médicos y los profesionales de salud monitorizan de forma rutinaria son los siguientes: la temperatura del cuerpo, el pulso, la respiración (la frecuencia respiratoria) y la presión de la sangre (La presión de la sangre no se considera un signo vital, pero se suele medir junto a ellos).
Los signos vitales son muy útiles para detectar o monitorizar problemas de salud. Los signos vitales se pueden medir en un establecimiento médico, en casa, en el lugar en el que se produzca una urgencia o en cualquier sitio.
Así como cada ser humano tiene señales vitales, el creyente en Cristo también posee indicadores del estado de la salud espiritual. Estos indicadores se pueden observar, medir y vigilar para evaluar el nivel de funcionamiento espiritual de una persona. Los elementos vitales normales cambian según la edad, el sexo, la tolerancia al ejercicio y las enfermedades. Pero le menciono que a pesar de la edad o tiempo que tengamos de creyentes es importante examinar el funcionamiento del corazón como de otras áreas y detectar alteraciones espirituales que son comunes en todos lo hijos de Dios, y que muchas veces impiden la integración, desarrollo, desenvolvimiento, producción y crecimiento normal en la Vida Cristiana.
Para evitar colapsos o tragedias en su vida espiritual usted puede hacerse un chequeo frente a la Palabra de Dios, la cual refleja el estado, temperatura, ritmo y desarrollo espiritual.
Le invitamos con el nuevo curso de Elementos Vitales de la Vida Cristiana a examinar el corazón, el crecimiento, la conciencia, el carácter y el compromiso.
Deseamos que este curso sea realmente una bendición para su vida.
Equipo de Trabajo del BBNBI.