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¡Para Dios sos extremadamente valioso!
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"Te tomé de los
confines de la tierra, te llamé de los rincones más remotos, y te dije: "Tú
eres mi siervo." Yo te escogí; no te rechacé." Isaías 41:9
Había en Argentina un aviso de una famosa tarjeta de Crédito que decía:
Pertenecer a esta tarjeta... tiene sus privilegios. Hacía mención a las facilidades de pago que esa tarjeta ofrecía. En
aquella época, no todos podían
acceder a ese beneficio. Los requisitos eran muchos, la excesiva morosidad, el incumplimiento de los
vencimientos, las deudas pendientes
y la falta de trabajo dejaban a
muchas personas fuera de la posibilidad
de obtener esa tarjeta.
Pero no es un problema ocasional. Es bastante común quedarse fuera de los
beneficios. Es un mal que nos golpea a todos, pero en especial a los jóvenes.
Todos queremos pertenecer, ser parte del grupo de elite. Pero no todos pueden.
Sólo los lindos, aquellos que tienen plata
o alguna virtud especial lo logran. El resto, la
gran mayoría en la que siempre
estamos nosotros, nos quedamos fuera. Nunca formamos parte del seleccionado juvenil
de Rugby que va a jugar a Sudáfrica, nunca somos del grupito de ganadores que
están rodeado de las chicas más
lindas, tal vez nunca sos del grupito de chicas a las
que todos les piden el mail y el celular,
nunca posiblemente formas parte del grupito de los escogidos a quienes todo les
resulta fácil porque papi paga todas las
deudas. Por lo general, nos quedamos afuera. La peleamos todos los días, nos esforzamos,
pero no llegamos. No calificamos para ser parte de ese grupo tan bonito y
deseado. No somos suficientemente buenos para ser escogidos. ¡Somos de segunda!
Frente a esta realidad cotidiana, Dios se levanta y te dice algo que jamás
nadie podrá imitar. Dios dice: “Yo te elijo”, entre todos los seres humanos de la tierra, (y mira que hay muchos millones). Sin
embargo Dios te ha escogido exclusivamente Dios te convoca para su selección, Él desea
que seas parte de su grupo íntimo de colaboradores.
Porque para Dios sos extremadamente valioso. No importa que piensen tus
compañeros, ni como te sientas, ni cuanto te valoren o aprecien los demás. Si
Dios te elige, es porque vales. Dios no escoge a mediocres, ni perdedores, el
Señor no se rodea de fracasados. Dios es sublime, perfecto y maravilloso. Si te
escogió, es porque sabe cuanto vales. No somos de segunda
REFLEXIÓN - Cuando nadie te elige para su equipo, Dios te pone en primera.
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Escrito por:
Daniel Pérez Cliffe.
Fecha de publicación
6/3/2008 12:31 PM
Número de visitantes
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