Todo padre espera obediencia de su hijo, pero la mayoría de los padres nuncan intentan entrenar al hijo para que obedezca. Muchos padres esperan hasta que la conducta se vuelve intolerable y luego estallan. Posiblemente usted se identifica con esto, tal vez está es la realidad en su hogar. Pero deseo decirle, que si proporciona el entrenamiento apropiado, la disciplina puede reducirse al 5%. Conforme lleguen los padres a entender la diferencia entre entrenamiento y disciplina, los mismos van adquiriendo un nuevo enfoque para la vida familiar, que será sin gritos, sin pleitos, sin malas actitudes y con menos disciplina. El ambiente en el hogar será alegre y los hijos lograran ser más obedientes.
Déjeme decirle que cualquier padre o madre con un nivel de madurez emocional superior al de un joven, con una perspectiva correcta y con el conocimiento de la técnica para entrenar un niño, puede criar hijos felices y obedientes.
Le comento que una pareja que conocemos que estaba abrumada por el conflicto de sus tres hijos pequeños. Después de pasar un fin de semana con nosotros, escuchando algunos principios, cambiaron sus tácticas. Una semana después exclamaron: “No lo podemos creer: fuimos a la casa de unos amigos y cuando le pedimos a nuestros hijos que hicieran algo, obedecieron de inmediato y sin objeción.”
Deseo decirle que estas verdades que compartiremos en las lecciones, no son descubrimientos nuevos y profundos procedentes del mundo de la investigación profesional, sino los mismos principios y técnicas que Dios utiliza para entrenar a sus hijos. Debo decirle que son profundamente sencillos y extremadamente elementales.
Los temas tratados son los siguientes: la Naturaleza Infantil, el Enojo de los Padres, la Vara y su utilización, Entrenamiento en Seguridad, Entrenado a los niños a usar el Baño, Control de las Emociones, Entrenamiento de Actitudes y muchos más.
Las lecciones las encuentra disponibles en el Ciclo de Estudios de Vida y Hogar Cristiano.