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¡Dios de los nuevos comienzos!
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Cuando creyentes ansiosos buscan algo en la Biblia que les levante el ánimo, es más probable que lean Romanos 8 que Génesis 8. Después de todo, Romanos 8 es uno de los capítulos más alborozados de las Escrituras, mientras que Génesis 8 describe la "operación de limpieza" de Dios después del diluvio. Pero la próxima vez que usted se encuentre en una tormenta, Génesis 8 le puede dar nueva esperanza y aliento, porque el tema principal del capítulo es la renovación y el reposo que vienen después de la tribulación. El capítulo registra el fin de una tormenta y el comienzo de una nueva vida y esperanza para el pueblo de Dios y para la creación de Dios. ¡Tan sólo considere aquello que Dios hace en Génesis 8 y renueve sus fuerzas! Dios recuerda a los Suyos (Gn. 8:1a) Cuando usted está atravesando una tormenta, es fácil sentirse abandonado. “Creo que el Señor se ha olvidado de mi” , dijo un miembro de la iglesia a quien yo estaba visitando en el hospital. En su mente, ella podía recordar Hebreos 13:5 y recitarlo "No te desampararé, ni te dejaré"; pero en su corazón, ella se sentía sola y abandonada. ¿Dónde estaba su Dios ¿Cuándo terminaría la tormenta? Sentirse abandonado es una emoción humana normal que la mayoría de nosotros hemos experimentado, bien sea que lo admitamos o no. “¿Por qué estás lejos, oh Jehová, y te escondes en el tiempo de la tribulación? ” (Sal. 10:1) escribió el autor de los salmos. Pablo confesó que sus tribulaciones en Asia habían sido tan severas que casi se dio por vencido (2 Co. 1:8); y Jesús, quien experimentó todos los sufrimientos humanos posibles, clamó desde la cruz, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mt. 27:46). Sentirse desolado no es nada nuevo para el pueblo de Dios, pero en esos momentos ellos recuerdan la canción: Dios todavía está en el trono, ¡Y Él recordará a los que Suyos son! La expresión "acordarse" en Génesis 8:1 no significa traer algo a la mente que pueda haberse olvidado. Dios no puede olvidar nada porque Él conoce el fin desde el principio. Más bien significa,"prestar atención, cumplir una promesa y actuar en favor de alguien". Por ejemplo, la promesa de Dios que dice, "y nunca más me acordaré de sus pecados" (He. 10:17) significa que Dios no tiene en contra de nosotros los pecados que hemos cometido, ni nos trata como pecadores. Ciertamente Dios sabe lo que hemos hecho; pero a causa de nuestra fe en Jesucristo, nuestros pecados son "olvidados" . ¡Dios nos trata como si nuestros pecados nunca se hubieran cometido! El Señor nunca más los recuerda en contra de nosotros. Recordar significa actuar en favor de otra persona. Dios recordó a Abraham y rescató a Lot de la destrucción en Sodoma (Gn. 19:29). El Señor recordó a Raquel y a Ana al permitirles concebir y tener hijos (30:22; 1 S. 1:11, 19). El Señor se acordó de su pacto y libró a los judíos de la servidumbre en Egipto (Ex.2:24; 6:5). "Recordar" implica que hubo un compromiso previo por parte de Dios y que se está anunciando el cumplimiento de ese compromiso. Noé, su familia y los animales, habían estado juntos en el arca por más de un año, con todo lo que implica "estar juntos" tanto tiempo. ¿Acaso se impacientaron mutuamente con los animales? No se registra que Dios les haya hablado después de haberles cerrado la puerta del arca, así que quizás alguno de la familia haya experimentado ocasionalmente un leve temor que tal vez ya no le importaban a Dios. Dios no recordó solamente a Noé y su familia, sino que también recordó a los animales que estaban con ellos en el arca. Dios salvó a esas criaturas para que pudieran vivir en la tierra renovada y para que pudieran reproducirse según su especie. Era su deseo que sus criaturas disfrutaran de la tierra y contribuyeran a la felicidad de la gente que El había creado a su propia imagen. Podemos estar seguros de que Dios nunca olvida ni abandona a su gente, no solamente debido a sus promesas, sino también a causa, de su carácter. Dios es amor, y donde hay amor, hay fidelidad. El nunca puede negarse a sí mismo, ni puede negar su Palabra, porque Él es un Dios Fiel; y Él nunca cambia porque es Inmutable. Debido a que Él es perfecto, Dios no puede mejorar y porque es Santo, no puede empeorar. Podemos depender de Él sin importar cuáles sean las circunstancias ni cómo nos sintamos.
Libro: Génesis - Seamos Básicos. Autor: Warren Wiersbe. Editorial Portavoz
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Escrito por:
Warren Wiersbe.
Fecha de publicación
1/4/2010 12:29 PM
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