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EL PRINCIPIO MAESTRO DEL MAESTRO
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"El que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos". Marcos 10:43,44
La soberanía del liderazgo espiritual. « ... El sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado» (Mr. 10:40). Una respuesta más común habría sido: El honor y la categoría son para los que se han preparado para ello, y trabajado
arduamente para lograrlo. Pero aquí vemos la diferencia fundamental entre la enseñanza de Jesús y nuestras ideas humanas. Dios asigna lugares de ministerio y liderazgo espiritual conforme a su soberana voluntad. El liderazgo espiritual eficaz no viene como resultado del adiestramiento teológico ni título de seminario, aun considerando la importancia de la educación. Jesús les dijo a sus discípulos:« No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros .. . » (Jn. 15:16). La soberana elección por parte de Dios da gran confianza a los obreros cristianos. Realmente
podemos decir, «No estoy aquí, ni por la decisión de un individuo, ni por la elección de un grupo, sino por la omnipotente designación de Dios.»
El sufrimiento del liderazgo espiritual. « ... ¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado?» (Mr. 10:38).
Aquí no puede darse una respuesta evasiva. No se pueden esquivar las duras realidades. Jesús declaró simple y honestamente el costo de servir en su reino. La tarea es magnifica y difícil; los hombres y las mujeres que guíen en esa tarea deben tener los ojos bien abiertos, y los corazones dispuestos a seguir al Maestro hasta el final.
A la pregunta indagatoria de Jesús, los discípulos respondieron sin reflexión: «Podemos». ¡Qué falta trágica de perspectiva! Pero Jesús sabía lo que vendría después. Ellos ciertamente beberían la copa y conocerían el bautismo. Jacobo sería ejecutado, y Juan terminaría sus días en reclusión aislada. Si los discípulos pensaron que podían aprender acerca del liderazgo en un curso acelerado, con incentivos y bonificaciones, Jesús pronto los desilusionó. Qué golpe fue descubrir que la grandeza viene mediante la servidumbre, y que el liderazgo se logra volviéndose esclavo de todos. Sólo una vez en todas las palabras registradas de Jesús, nuestro Señor anunció que El proveería un «ejemplo» para los discípulos, y luego les lavó los pies (Jn. 13:15). Sólo una vez en el resto del Nuevo Testamento un escritor ofrece un «ejemplo» (1 P. 2:21), y es un ejemplo de sufrimiento. El servir y el sufrir están uno a la par del otro en la enseñanza y la vida de nuestro
Señor. Uno no viene sin el otro. ¿Y qué siervo es más grande que el Señor?
Si usted desea ser un verdadero líder o ya lo es y desea ser mejor, le animamos a estudiar el Curso Liderazgo Espiritual del Dr. Oswald Sanders.
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Escrito por:
O. Sanders
Fecha de publicación
7/3/2010 8:08 AM
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