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Cualidades del Líder
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REQUISITOS SOCIALES Con respecto a las relaciones dentro de la iglesia y según 1Timoteo 3, el líder debe "ser irreprensible" (1Ti. 3:2). Literalmente significa nada de que asirse, es decir no debe haber nada de lo cual Satanás o los incrédulos puedan asirse para criticar o atacar la iglesia. Ningún ser humano es sin pecado pero debemos buscar ser irreprensibles como creyentes. Los detractores no deben tener razón alguna para quejarse. Todas las quejas que se profieran contra él deben fracasar, porque su vida no debe proveer fundamento alguno para reproches ni acusaciones de maldad de ninguna clase. Su adversario no puede hallar una brecha para una campaña de calumnia, diseminación de rumores o chismes. Testimonio de los de afuera: Los de afuera de la iglesia pueden ver con claridad cuando nuestras vidas dan un testimonio pobre. No podemos albergar la esperanza de guiar a la gente a Cristo cuando nuestras vidas son ejemplos de tales contradicciones. Los de afuera criticarán; sin embargo respetan los ideales superiores del carácter cristiano. Cuando un líder cristiano, lleno de ideales superiores, vive un vida santa y gozosa frente a los incrédulos, éstos desean cultivar una experiencia similar. El carácter del líder debe imponer respeto al incrédulo, inspirarle confianza y despertar su inspiración. El ejemplo es mucho más poderoso que el precepto. El líder debe conservar buena reputación con los inconversos (Co.4:5 y 1Ts. 4:12)
REQUISITOS MORALES Los principios morales que son comunes a la vida cristiana están bajo un ataque sutil constante, y ningún otro es más atacado que la fidelidad sexual. El líder cristiano debe ser irreprensible en este aspecto vital y a menudo impopular. La norma bíblica es la fidelidad en el matrimonio. El líder espiritual debe ser un hombre de moralidad impecable. La cuestión aquí es la pureza sexual y moral del líder. Esta es una calificación que encabeza la lista porque es el área donde son más propensos a caer. El hombre que es marido de una sola mujer es aquel que se consagra del todo a su esposa y mantiene su devoción, afecto, y pureza tanto de pensamiento como en acción”. REQUISITOS MENTALES Un líder según 1Timoteo 3:2 debe ser sobrio: literalmente sin vino, alerta, vigilante, cuidadoso. Piensa con claridad. Moderado en todo. 2Timoteo 4:5 “se sobrio ”literalmente que “no pierda la cabeza por ninguna circunstancia”, el líder necesita ejercer juicio sobrio y sensato en todas las cosas. Prudente, una persona con discernimiento. Este principio describe “el estado mental bien equilibrado que resulta del refrenamiento habitual de sí mismo”, el carácter interior que viene de la autodisciplina diaria. Sabe como ordenar sus prioridades y tomar en serio las cosas espirituales. Implica que conoce el valor de las cosas y no rebaja el ministerio, ni el mensaje del evangelio con una conducta desordenada. Actitud seria y responsable en su trabajo. Jeremy Taylor llamaba a esta cualidad “el corsé de la razón y el freno de la pasión”! Los antiguos griegos, que valoraban esta cualidad, la describían como una mente disciplinada que no se dejaba influir por impulsos repentinos ni tomaba medidas extremas. Decoroso: ordenado y de buena conducta. Con respecto al comportamiento, el líder debe ser respetable. Una vida bien ordenada es el fruto de una mente bien ordenada. La vida del cristiano debe reflejar la belleza y el sentido del orden que viene de Dios. Organizado en su pensar y vivir, y en su enseñanza y predicación. La Palabra de Dios ordena la vida, y por eso debe tener prioridad en la vida y en la Iglesia por los lideres. “Hospedador”: describe a alguien que ama a los extraños. Bondadoso con los extraños. El líder también debe mostrarse hospitalario. Este ministerio nunca debería verse como una imposición incómoda, sino más bien como algo que ofrece el privilegio de servicio. El Pastor de Hermas, un libro de mucha popularidad que se escribiera en el siglo segundo, menciona que un obispo «debe ser hospitalario, un hombre que alegremente y en todo momento recibe en su casa a los siervos de Dios.» Hospedar es una bendición para quien lo hace, y no debemos limitarnos por el espacio o la casa. “Apto para enseñar” El líder también debe estar dispuesto a enseñar y ser capaz de hacerlo. Este es uno de los ministerios principales del siervo de Dios. En un líder debe verse este deseo, esta chispa. Esto crea oportunidades para ayudar a otros a que entiendan el significado de la vida espiritual. El líder siente el gozo del Espíritu y quiere que otros también conozcan a Dios. Además, la responsabilidad del líder de enseñar a los que están bajo su cuidado debe ir apoyada por una vida intachable. Enseñar es trabajo arduo, y hacerlo bien requiere tiempo, preparación, estudio y oración. Samuel Brengle se lamentaba con las siguientes palabras: "Ay ¡quién tuviera maestros entre nosotros!, líderes que saben cómo leer los corazones y aplicar la verdad a las necesidades de la gente, como el buen médico que ausculta los pacientes y aplica los remedios para sus males. Hay enfermedades del alma, abiertas y oscuras, agudas y crónicas, superficiales y profundas que la verdad en Jesús puede sanar. Pero no es la misma verdad para cada necesidad, como tampoco lo es la misma medicina para todas las enfermedades. Por eso es que deberíamos estudiar la Biblia con mucha diligencia y orar por la iluminación constante y poderosa del Espíritu". La predicación y enseñanza de la Palabra de Dios es el deber principal del supervisor, pastor y anciano (2Ti.2:15,24, Tit.2:1). Ningún pastor o líder es todo cuanto debe ser y los miembros deben orar por Él. No es fácil servir como pastor o líder, pero es mucho más fácil sí su carácter es como Dios quiere que sea. Si usted desea aprender más sobre Liderazgo, le animamos a estudiar el Curso Liderazgo Espiritual del Dr. Oswald Sanders.
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Escrito por:
Oswald Sanders - Adaptado por el BI.
Fecha de publicación
3/8/2011 4:47 PM
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