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Un Nuevo Comienzo - Seamos Obedientes
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"Si otros planetas están habitados", dijo George Bernard Shaw con sarcasmo, "deben haber usado la tierra como su manicomio ". Podemos sonreírnos ante una declaración así, pero nos recuerda una triste realidad: El mundo está lleno de confusión, y no parece que vaya a mejorar. ¿Qué pasa? Todo tiene su origen en los sucesos que aparecen registrados en el libro de Génesis. A excepción de los relatos de los capítulos 1 y 2, los primeros once capítulos de Génesis registran uno tras otro los fracasos del hombre, fracasos que se repiten hoy también. El primer hombre y la primera mujer desobedecieron a Dios y fueron echados del huerto de Edén (cap. 3). Caín mató a su hermano Abel y trató de negarlo (cap. 4). La humanidad llegó a corromperse a tal grado que Dios limpió la tierra mediante un diluvio (caps. 6-8). Noé se embriagó y su hijo Cam vio su desnudez (cap. 9). Los hombres edificaron, como un desafío a Dios, una ciudad y una torre, y Dios tuvo que confundirlos en sus lenguas para acabar con su rebeldía (cap. 10). Desobediencia, asesinato, engaño, embriaguez, desnudez, y rebelión suenan como a algo muy actual, ¿verdad que sí? Si usted fuera Dios, ¿qué haría con esos pecadores, hombres y mujeres que habría creado a su propia imagen y semejanza? "Probablemente los destruiría", quizá respondería usted; pero Dios no hizo eso. Lo que El hizo fue decir al hombre y a su mujer que salieran del huerto y fueran a una nueva tierra, a fin de poder dar a la humanidad un nuevo comienzo. Debido al llamamiento de Dios y a su fe obediente, Abraham y Sara dieron al fin al mundo la nación judía, la Biblia, y el Salvador. ¿Dónde estaríamos hoy si Abraham y Sara no hubieran confiado en Dios? Consideremos ahora los elementos envueltos en su experiencia. Un llamamiento (Gn. 12:1a)
¿Cuándo los llamó Dios? La salvación viene porque Dios en su gracia llama y los pecadores responden por fe (Ef. 2:8, 9; 2 Ts. 2:13, 14). Abraham fue llamado para que saliera de la idolatría (Jos. 24:2) cuando vivía en Ur de los Caldeas (Gn. 11:28, 31; Neh. 9:7), una ciudad dedicada a Nanna, el dios lunar. Abraham no conocía al Dios verdadero, y no había hecho nada que le hiciera merecer conocerlo, pero Dios en su gracia lo llamó. "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros "(Jn. 15:16). Abraham tenía 75 años cuando Dios le llamó, lo que indica que la edad no debe ser un obstáculo a la fe. El confió en Dios durante 100 años (Gn. 25:7); y de su experiencia podemos aprender nosotros hoy cómo caminar por fe y vivir agradando al Señor. Abraham estaba casado con Sara, su hermana paterna (Gn. 20:12), y no tenían hijos. A pesar de todo, Dios los utilizó a para fundar una gran nación. Cuando no era más que uno solo lo llamé [Abraham], y lo bendije y lo multipliqué» (Is. 51:2). ¿Por qué llamaría Dios a una pareja tan limitada para tan importante tarea? Pablo nos da la respuesta en 1 Corintios 1:26-31. Dios llamó a Abraham después que los gentiles habían fracasado y se alejaron del Dios vivo y verdadero. Ese proceso de degeneración aparece descrito en Romanos 1:18-32. El hombre originalmente conoció al verdadero Dios, pero no le glorificó ni le dio gracias por su providencia llena de gracia. El hombre sustituyó al Dios vivo y verdadero por ídolos. Esa idolatría lo llevó a la inmoralidad e indecencia; y no mucho después el mundo gentil estaba tan corrompido que Dios los abandonó a sus deseos pecaminosos (vs. 24, 26, 28). Después llamó a Abraham, el primer hebreo, y llevó a cabo un nuevo comienzo. Estudie mucho más sobre la vida de Abraham estudiando la serie Seamos Obedientes, ya esta disponible en el Ciclo de Estudios de Libros de la Biblia.
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Escrito por:
W. Wiersbe - Seamos Obedientes.
Fecha de publicación
6/8/2011 2:55 PM
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