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Circunstancias son díficiles - Seamos Dedicados
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Dios quiere cambiar nuestros corazones antes de cambiar nuestras circunstancias. Si nuestras circunstancias mejoran, pero permanecemos igual, entonces nos volvemos peores. El propósito de Dios en su providencia no es hacernos la vida cómoda, sino transformarnos "conformándonos a la imagen de su Hijo" (Ro. 8:29). Un carácter semejante al de Cristo es la meta del Padre celestial para cada uno de sus hijos. Noemí estaba enojada con Dios, pero Rut estaba dispuesta a que Dios hiciera su voluntad en su vida; de manera que El empezó su obra de gracia en Rut. Esta influenciaría a Noemí y entonces el Señor llevaría a cabo un gran plan que al final traería al Hijo de Dios al mundo. Rut y Noemí no tenían ni idea de que ellas fueran parte de un plan eterno que cumpliría la promesa de Dios a Abraham de que en su simiente serían benditos "todas las familias de la tierra" (Gn. 12:1-3). La historia de Rut empieza con la muerte del esposo, pero terminará con el nacimiento de un bebé. Sus lágrimas se volverán en triunfo. Si queremos que Dios obre en nuestra vida y circunstancias y realice sus amorosos propósitos, hay entonces ciertas condiciones que nosotros debemos cumplir. Estas condiciones están ilustradas en las experiencias de Rut en el capítulo dos de este libro. Continué aprendiendo sobre la vida de Rut, estudiando el curso Seamos Dedicados, serie que encuentra en el Ciclo de Estudios de Libros de la Biblia.
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Escrito por:
W. Wiesbe - Seamos Dedicados.
Fecha de publicación
8/22/2011 4:45 PM
Número de visitantes
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