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La belleza de nuestro Cristo... Hoy; Su Deidad - Primer parte
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La singularidad del cristianismo es la Persona de Jesucristo y lo que distingue a Cristo es la realidad de que es el Dios-hombre. En otras palabras, El es un Ser divino-humano, algo único en el tiempo y en la eternidad. Es, al mismo tiempo, un concepto difícil de entender porque no tenemos pie para compararlo con otro Dios-hombre en la Historia, ni tampoco encontramos ayuda de nuestra propia experiencia. Sin embargo, no es un dogma impuesto sobre nosotros simplemente para que lo recibamos sin cuestionar; se trata más bien de una conclusión que ha surgido de la evidencia bíblica. Muchos hechos señalan a la conclusión de que Jesús, el Cristo, es Dios, y muchos otros nos llevan a la conclusión de que es verdaderamente humano, pero, al mismo tiempo, lo que se observa a lo largo de las páginas de los evangelios es una sola Persona, y dicha unión de la deidad sin disminuir y de la perfecta humanidad para siempre en una sola persona es lo que se llama la doctrina de la unión hipostática (o sea, la unión de dos hipóstasis o naturalezas) , circunstancia que se da únicamente y de manera singularísima en Jesucristo.
Su Deidad
En nuestros días hay muchos que niegan la divinidad de Jesucristo, sabiendo que al hacerlo están minando la enjundia especial del cristianismo porque, haciéndolo así, eliminan al Salvador divino. Esta negativa no es nueva porque ya en la Iglesia primitiva hubo quienes hicieron lo mismo, como los ebionitas, los monarquistas dinámicos y los arrianos, todos los cuales negaron que el Hijo poseía la divinidad completa. En los días de la Reforma religiosa, los socinianos siguieron su ejemplo y consideraron a Jesús como mero hombre. Schleiermacher, Ritschl, los unitarios y los liberales han hecho lo mismo en los tiempos modernos, y hoy todos aquellos que niegan su plena deidad consideran a Jesús, bien como un gran hombre (a quien hay que seguir, pero no adorar) , o un buen hombre (que tuvo el valor de morir por sus convicciones) , o un hombre más avanzado que ningún otro de su tiempo. Junto a esas opiniones acerca de Cristo, va la negación del relato bíblico de su nacimiento milagroso, de su muerte y de su resurrección. De modo popular, los que se oponen a la deidad de Cristo dicen que Jesús de Nazaret nunca dijo que era Dios. Fueron sus seguidores quienes lo dijeron por Él, lo cual, desde luego, era un error. Pero llanamente esto no es así por cuanto Jesús mismo dijo que lo era, según veremos. Claramente, quienes se oponen a la deidad de Cristo no consideran a la Biblia como de autoridad, sino que se sienten libres para poner en tela de juicio declaraciones de la misma y también la confianza que debe darnos. Aunque el negar la infalibilidad de la Biblia no significa siempre negar la divinidad de Jesús, el negar la divinidad de Cristo debe ir acompañada de una negativa respecto de la exactitud de la Biblia, toda vez que tenemos abundantes pruebas en la Biblia acerca de su deidad, sin necesidad de recurrir a otro lado. Descubra a la persona de Nuestro Salvador estudiando los cursos: Como es Dios, Doctrina de la Salvación, Doctrina Bíblica, Doctrinas básicas de la Fe Cristiana, la Impecabilidad de Cristo y mucho más. ¡Inscríbase hoy!
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Escrito por:
Charles Ryrie
Fecha de publicación
12/6/2011 4:32 PM
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5144
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