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Aprender sobre el Amor - Primera Parte

No podemos leer mucho de la Biblia sin darnos cuenta que el amor es importante para Dios. Él nos manda que andemos en amor (Ef. 5:2), que nos amemos los unos a los otros (Jn. 15:12), que amemos a nuestro esposo y a nuestros hijos (Tit. 2:4), que amemos a nuestro prójimo (Mt. 22:39), y que amemos a nuestros enemigos (Lc. 6:27). Las Escrituras también nos enseñan que "Dios es amor" (1 Jn. 4:8) y que su Hijo Jesucristo nos amó y "se entregó a sí mismo por nosotros [como] ofrenda" (Ef. 5:2). También podemos observar la supremacía del amor cuando Pablo lo coloca al principio de la lista de los frutos del Espíritu (Gá. 5:22). Como hijos de Dios, a usted y a mí se nos manda que mostremos la clase de amor que vemos en el ejemplo de nuestro Padre celestial y de su Hijo. Jesús dice claramente: "Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado" (Jn. 15:12). ¿De qué modo nos ha amado Jesús? ¿Qué clase de amor se supone que debemos dar a los demás? Hallamos las respuestas a dichas preguntas cuando vamos a Dios y su Palabra. Después de todo, Dios es amor y Él es la fuente de todo el amor, por lo tanto, tiene sentido fijarnos en las Escrituras para aprender lo que Él dice sobre el amor. Mientras lo hacía, descubrí cinco principios básicos que nos ayudan a comprender el amor cristiano, veamos el primero:

 Primer principio: El amor es un acto de la voluntad.

Cada característica del fruto del Espíritu requiere decisiones, y el amor no es la excepción. Es difícil amar bajo circunstancias difíciles, sin embargo así es como se vive la mayor parte de la vida. No sé usted, pero yo necesito amor, especialmente cuando estoy cansada, o cuando sufro, cuando duele algo o me siento agobiado. En momentos difíciles como los anteriores, yo tampoco me siento con ánimos de amar a otras personas. Es entonces cuando -según estoy aprendiendo- necesitamos activar la voluntad si vamos a llevar a cabo acciones de amor. El comentarista William Barclay señala que el amor "es... un sentimiento de la mente al igual que del corazón; tiene que ver tanto con la voluntad como con los afectos. Es un esfuerzo deliberado que podemos realizar con la ayuda de Dios…". El amor cristiano es un acto de la voluntad que "necesita ser cultivado de manera específica". El tipo de amor del que Cristo nos dio ejemplo requiere decisiones deliberadas y un esfuerzo consciente. Su amor en nosotros es lo que nos permite dar en lugar de retener; de extendernos cuando nos sentimos cansados y deseamos descansar; servir cuando queremos que nos sirvan; y ayudar a otras personas cuando estamos sufriendo. Con razón escribió el doctor George Sweeting: "El amor es trabajo. Requiere tanto un esfuerzo consciente como inconsciente. Requiere un compromiso continuo, las 24 horas del día". Esta clase de amor, por supuesto, procede solamente de Dios, por eso necesitamos de Su gracia para poder ofrecerlo. Piense en los actos de la voluntad tras el amor de Dios y de Jesús revelados en la Biblia: "de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito" (Jn. 3:16); "el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida" (Mt. 20:28); y Jesús "afirmó su rostro para ir a Jerusalén" (Lc. 9:51) donde moriría por nosotros. Dar, servir, dirigirse a Jerusalén, morir en la cruz: dichos actos de amor son actos de la voluntad, no gestos surgidos y respaldados por simples emociones. Es Dios quien nos da la voluntad de amar, y la capacidad de actuar de acuerdo con nuestras decisiones de amar de la forma que Él nos pide que amemos. ¿Mirará hacia Él para que le llene de la clase de amor que dio, sirvió y murió al ego, la clase de amor de la que nuestro Salvador dio ejemplo?

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Escrito por:   E. George - El Jardín de la Gracia de Dios    Fecha de publicación  2/13/2012 4:11 PM
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