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Dios hace la diferencia
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"… ni pongan la esperanza en las riquezas..., sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia…" 1 Timoteo 6:17
Una noche, un noticiero dedicó la edición completa a los problemas de muchos jóvenes atletas que, de repente, se convierten en celebridades multimillonarias. Comienzan comprando autos caros, viviendo lujosamente y asistieron a fiestas. Después, se comportan inmoralmente y empiezan a consumir drogas ilegales. Al poco tiempo, sus carreras son un desastre.
El escritor de Eclesiastés podría haberse identificado con estos jóvenes atletas. En el capítulo 6, describió lo vacía que es una vida que tiene riquezas, pero que no incluye a Dios. Allí se nos habla de dos hombres. El primero es adicto al trabajo o a las mujeres. Logra éxito fácilmente, pero es infeliz y muere sin herederos (vv. 1,2). El segundo vive más tiempo y tiene muchos hijos, pero tampoco está satisfecho y muere sin amor (vv. 3-6). El escritor concluyó que ¡es preferible no haber vivido que ser rico y famoso, pero desdichado!
El apóstol Pablo dijo que, cuando entregamos a Dios el control de nuestras vidas, podemos disfrutar de las bendiciones terrenales, porque Él "nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos" (1 Timoteo 6:17). Y cuando usamos el dinero para hacer el bien, lo invertimos para los propósitos eternos de Dios y "[echamos] mano de la vida eterna" (v.19). Entre un futuro brillante y un presente lleno de gozo… ¡Dios hace la diferencia!.
Reflexión: Ser rico en Dios es mejor que serlo en bienes.
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Escrito por:
Editores de Nuestro Pan Diario
Fecha de publicación
3/27/2012 11:15 AM
Número de visitantes
4230
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