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La gracia de la Benignidad
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Habiendo reconocido nuestro llamamiento a ser benignos, nuestra próxima preocupación es comprenderla mejor. La benignidad ha sido definida como ternura e interés por los demás. Es la virtud de la persona para la que el bien de su prójimo es tan importante como el suyo propio. La benignidad es también una disposición a la dulzuras y un asunto del corazón. La gracia de la benignidad de Dios debería dominar a la persona por completo, enterneciendo todo lo que pudiera ser duro. Mi propia definición de la benignidad -que me sirve inmensamente para cultivar y practicar este espíritu de interés por los demás- es la benignidad planifica hacer algo. Mientras que la paciencia significa no hacer nada pecaminoso a la vez que se resiste, la benignidad planifica actuar. La benignidad, al igual que las demás gracias, desea la acción santa y por lo tanto planifica dichas acciones. Primero somos llenados con la paciencia de Dios: nos arrodillamos humildemente en oración para evitar perder una gota de ella por hacer algo duro o como reacción. Ahora, actuando como consecuencia del amor y llenos de la benignidad de Dios al igual que de su paciencia, nos levantamos y vamos en busca de oportunidades para hacer algo. Mientras que la paciencia es el lado pasivo del amor (no hacer nada cuando se nos provoca), la benignidad se mueve activamente, preparándose para la acción de la bondad (que veremos en el capítulo siguiente). La benignidad busca, curiosea y pregunta: «¿Quién necesita amor? ¿Cómo puedo aminorar la carga de alguien? ¿Cómo puedo afectar a una persona?» Si desea estudiar el fruto del Espíritu Santo, le animamos escuchar las lecciones del curso el Jardín de la Gracia de Dios. Encuentra estas hermosas lecciones en el Ciclo de Estudios Bíblicos para Mujeres. Inscríbase y estudie totalmente Gratis en el Instituto de Bíblico de BBN.
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Escrito por:
E. George - La senda de Dios en los Problemas
Fecha de publicación
7/18/2012 4:12 PM
Número de visitantes
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