BBN Radio
Cómo Ir Al CieloRadioInstituto BíblicoChatRecursosIdiomasDonacionesContáctenos
Inscribirse|Acceso a los Cursos|Ayudas a sus Preguntas|BI Ayuda de Audio|Quienes somos|Herramientas|Testimonios|
Datos de ingreso
Entrada del estudiante
nombre del usuario:
Contraseña p/este sitio:


¿olvidó su contraseña?
¿olvidó su usuario?
No es un estudiante aún
Comprender el fruto del Espíritu - Segunda Parte

Todas las nueve manifestaciones del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, y templanza (Gá. 5:22-23), forman el fruto del Espíritu. Son como el cordón de las luces de Navidad: hay un cordón con muchas luces, que cuando se conectan a un enchufe eléctrico, se encienden todas a la vez. Sin embargo, si una bombilla se apaga, el cordón entero se apaga también, así sucede con el fruto de Dios en nuestra vida. Ninguno de ellos puede faltar, y todos deben ser evidentes para ser fruto de Dios.
También necesitamos recordar que puesto que las gracias mencionadas componen el fruto del Espíritu, ellas nacen en nuestra vida de la misma forma. Son como un reloj con muchas piezas. Un reloj se puede desmontar para limpiarlo y repararlo, pero cada pieza debe estar en su lugar para que el reloj funcione. En nuestro estudio usted y yo analizaremos minuciosamente cada aspecto del fruto del Espíritu, y luego veremos cómo el fruto funciona en conjunto para formar una unidad. Como unidad, todas estas características se producen del mismo modo. Todo lo que se dice de una característica es cierto de las ocho restantes. Son uno y el mismo fruto, entretejidos y relacionados unos con otros, producidos a medida que miramos a Dios. Todos y cada uno de ellos requieren las mismas decisiones, la misma entrega y el cultivo para mostrar la gracia del Espíritu en nosotros y para dar mucho fruto.
Este libro trata de cómo cultivar el fruto del Espíritu. Usted y yo podernos crecer en el jardín de la gracia de Dios y dar mucho fruto a medida que rendirnos nuestra vida a la dirección de Dios y buscarnos seguir el ejemplo de santidad de Jesús (1 P. 2:21). Cuando examinamos cada fruto del Espíritu, también nos fijaremos en Jesús para ver cómo se expresaba en su vida al vivir bajo la atención diligente del Hortelano, siguiendo el ejemplo real de su Hijo, y rindiéndolas a la obra transformadora del Espíritu, verdaderamente daremos fruto que glorifique a nuestro Señor y Creador.
Estudie cada una de estas manifestaciones, para conocerlas bien con el fin de desarrollarlas y llevar más fruto para la Gloria de Dios. Hoy puede comenzar a estudiar el curso el Jardín de la Gracia de Dios. Encuentra este curso en el ciclo de Estudios Bíblicos para Mujeres. Inscríbase hoy mismo y estudie Gratis la Biblia, junto a nosotros.

Escrito por:   E. George - El Jardín de la Gracia de Dios    Fecha de publicación  9/21/2012 4:18 PM
Número de visitantes  4658


Login                                                                                           Herramientas bíblicas   Derechos de autor   Privacidad