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La alegría es una decisión
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He descubierto que una cara alegre no tiene nada que ver con la edad de uno ni la ocupación de uno (o falta de la misma), o la geografía de uno, o la educación, o el estado civil, o la buena apariencia, o las circunstancias. . . . La alegría es una decisión. Es cuestión de actitud que brota de la confianza que uno tiene en Dios; de que Él está obrando, que tiene todo el control, y que Él está en medio de lo que sea que ha sucedido, está sucediendo, o va a suceder. Bien sea que fijemos nuestras mentes en eso y determinemos reírnos de nuevo, o lloramos y nos quejamos al avanzar por la vida, quejándonos de que nunca tenemos lo que nos toca. Nosotros somos los que conscientemente determinamos en qué camino vamos. . . .Sin que importe cuán severamente puedan soplar los vientos de la adversidad, despleguemos nuestras velas hacia la alegría. El sabio Salomón nos recuerda: “El corazón alegre hermosea el rostro; más por el dolor del corazón el espíritu se abate” (Pr. 15:13).
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Escrito por:
C. Swindoll
Fecha de publicación
11/7/2012 11:42 AM
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