BBN Radio
Cómo Ir Al CieloRadioInstituto BíblicoChatRecursosIdiomasDonacionesContáctenos
Inscribirse|Acceso a los Cursos|Ayudas a sus Preguntas|BI Ayuda de Audio|Quienes somos|Herramientas|Testimonios|
Datos de ingreso
Entrada del estudiante
nombre del usuario:
Contraseña p/este sitio:


¿olvidó su contraseña?
¿olvidó su usuario?
No es un estudiante aún
Prueba de Lealtad

Leer: Génesis 46:31-34
José pensó bien en el plan que le permitiría establecer a su familia. Lo presentó primero a los involucrados, y luego, como veremos en un momento, lo presentó a su jefe para su aprobación final. José nunca dio por sentado que podía seguir adelante con sus planes, a pesar de su alto nivel de autoridad y de responsabilidad. Él siempre dejaba la decisión final a su jefe.
Una queja que escucho a menudo contra los empleados cristianos que trabajan para empleadores creyentes, es la suposición, la expectativa que recibirán un trato especial por ser miembros de la familia espiritual. Esperan tener ciertos privilegios, mejor sueldo, bonos especiales de vacaciones y otros beneficios, no porque se los hayan ganado o se los merezcan, sino simplemente porque creen en el mismo Señor. Pero en José no vemos tal espíritu.
José sabía cómo pensaban y reaccionaban los egipcios, porque no sólo trabajaba para el faraón, sino que también había estudiado y observado con detalle al hombre y a su pueblo. Esto explica el porqué haya advertido a sus hermanos: “Oigan, esta gente desprecia a los pastores. Ya ustedes no están en Canaán, sino en Egipto. Y por estar en Egipto tienen que pensar como los egipcios. Por eso quiero que le digan al faraón que ustedes son hombres de ganadería.” Esto era verdad. No les estaba pidiendo que mintieran, pero sí que evitaran utilizar una palabra o concepto —el de pastor— que era repugnante al faraón y a su pueblo.
José estableció a su familia en lo mejor de Egipto, en un área ubicada en el fértil delta del río Nilo, como se lo había ordenado el faraón.
¿Sirve usted bajo la autoridad de alguien? Es, obviamente, lo que hacemos la mayoría de nosotros. ¿Cómo es su espíritu, su actitud, hacia esa persona a la que le rinde cuentas? Tener la actitud correcta o el espíritu de cooperación puede ser particularmente difícil si a quien sirve usted es una persona difícil o un líder incompetente cuyas debilidades usted conoce muy bien. Esto será no sólo una prueba de su lealtad personal, sino también de su madurez emocional.

Escrito por:   Pastor Charles Swindoll.    Fecha de publicación  7/15/2013 2:21 PM
Número de visitantes  4437


Login                                                                                           Herramientas bíblicas   Derechos de autor   Privacidad