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Lecciones para la solución de conflictos - Primer parte
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Dios, por su misericordia, intervino en la vida de David, quien tuvo la madurez para darse cuenta que si llevaba a cabo sus planes con Nabal (1 Samuel 25), hubiera vivido el resto de su vida con una reputación manchada. Y como es más fácil pecar la segunda vez, bien podía ser que recurriera frecuentemente a la violencia, en lugar de confiar en Dios. ¿Cuál debió ser la primera reacción de David ante Nabal? Obviamente, estuvo equivocado al planear una venganza, pero, ¿qué debió haber hecho? y, ¿qué podemos aprender con base en esto, acerca de las respuestas a las injusticias de la vida? Esta historia contiene varias lecciones para la solución de conflictos.
Primero: La ira nos hace perder la perspectiva. La ira descontrolada siempre es irracional y, aunque busca hacer justicia, se convierte en un fracaso para ésta. Escuche las palabras de Santiago: .. . todo hombre sea pronto para oír, tarde para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios (Stgo. 1 :19-20). Observe por favor: La ira del hombre no aplica la justicia de Dios. Cuando tomamos la justicia en nuestras propias manos, cometemos dos errores. Primero: Tendemos a reaccionar sobrepasando los límites, debido al orgullo herido, o a un descontrolado deseo de venganza.
Segundo: Sencillamente no conocemos todos los hechos. Malinterpretamos intenciones, fallamos en ver nuestras propias faltas, y no visualizamos el futuro. Es por eso que sólo Dios está calificado para rectificar el balance de la justicia por todo el daño hecho sobre el planeta tierra. Podemos estar seguros de que el Juez de toda la: tierra hará lo mejor (Gn. 18:25). Cuando los mensajeros de Cristo fueron rechazados por los ciudadanos de Samaria, Jacobo y Juan preguntaron: ... Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? Entonces volviéndose él, los reprendió .. . (Lc. 9:54-55). Aprendemos ademas: a. La ira descontrolada trae destrucción, no reconciliación. b. Nuestra reacción inicial debería ser presentar delante de Dios nuestra ira. David actuó rápidamente, dispuesto a hacer lo que su candente temperamento le dictaba. Unos pocos minutos en la presencia del Todopoderoso le habían podido dar la misma clase de claridad sensata que le dio Abigail. El asunto era sencillo porque en la presencia del Señor, David le hubiera podido someter su comportamiento, y hallar una reacción más moderada. La mayoría de nosotros nunca ha pensado seriamente en matar a alguien en defensa de la justicia; pero si odiamos a nuestro hermano, somos culpables de asesinato en nuestro corazón. Dios no sólo quiere quitar el arma de nuestra mano, sino también sacar el veneno de nuestro corazón.
Estudie y aprenda a manejar su conflictos, estudiando con nosotros la vida de David, estudiando la serie Creciendo a través del Conflicto. Estas lecciones las encuentra en el Ciclo de Estudios de Personajes Bíblicos. Inscríbase hoy mismo, estudiar en el Instituto de Bíblico de BBN es absolutamente Gratis.
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Escrito por:
E. Lutzer - Creciendo a través del Conflicto
Fecha de publicación
6/25/2014 2:38 PM
Número de visitantes
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