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La Preparación para el Nacimiento
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"Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado…" (Mateo 1:24). Cuando el ángel Gabriel se le apareció a María y, más tarde, a los pastores para darles la buena nueva para el mundo (Lucas 1:26-27; 2:10), ¿esa noticia fue buena para aquella jovencita? Quizá María pensó: ¿Cómo le explico a mi familia que estoy embarazada? ¿Mi novio, José, romperá el compromiso? ¿Qué dirá la gente del pueblo? Aunque me perdonen la vida, ¿cómo voy a sobrevivir siendo madre soltera? Cuando José se enteró del embarazo de María, se perturbó. Tenía tres opciones: seguir adelante con el matrimonio, divorciarse públicamente y dejar que la gente se burlara de ella o romper en secreto el compromiso. Escogió la tercera, pero Dios intervino diciéndole en un sueño: «no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es» (Mateo 1:20). Para María y José, la preparación para el nacimiento de Cristo significó someterse a Dios a pesar de los impensables desafíos emocionales que implicó. Al confiar en el Señor, fueron un ejemplo de la promesa de 1 Juan 2:5: «el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado». Que el amor de Dios no solo llene nuestro corazón en esta temporada o mes, sino cada día de nuestra vida. Oremos así: Señor, llena mi corazón al disfrutar el regalo de tu amor y perdón en tu Hijo Jesucristo.
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Escrito por:
Escritores de Nuestro Pan Diario
Fecha de publicación
12/8/2015 4:38 PM
Número de visitantes
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