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Enoc: Caminando con Dios (Gn. 5:12-27)
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 Personas como Cainán, Mahalaleel y Jared pueden no parecer importantes para la gran historia de salvación de Dios, pero sí lo son porque fueron “eslabones vivientes” en la gran cadena generacional que iba desde Set hasta el nacimiento de Jesucristo.
La promesa de Dios en Génesis 3:16 nunca habrían podido cumplirse de no haber sido por la fidelidad de muchas personas no distinguidas que para nosotros son solamente nombres extraños en una antigua analogía.
Cuando Enoc tenía sesenta y cinco años, su esposa dio nacimiento a un hijo que llamaron Matusalén ("hombre del dardo»). Este fue el punto de cambio en la vida de Enoc, porque a partir de ese momento empezó a caminar con el Señor (5:22, 24; véase 6:9). ¿Acaso la responsabilidad de criar un hijo en una generación tan impía era un desafío tan grande que él supo que necesitaba la ayuda del Señor? O cuando el bebé nació, ¿le dio Dios a Enoc una visión del futuro para que éste supiera que venía el diluvio? No sabemos, pero sí sabemos que la llegada de este bebé cambió la vida de Enoc.
El significado del nombre Matusalén no es muy relevante, pero su larga vida de 969 años sí es significativa. ¡En el año que Matusalén murió sobrevino el diluvio! Tal vez el Señor le dio a Enoc esta noticia después que nació el niño, lo cual conmovió su corazón y él empezó a caminar con Dios y a hacer la voluntad de Dios. Recordemos que nos dice Pedro: "Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡Cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir!» (2 P. 3:11). El hecho que Jesús viene otra vez para juzgar el mundo debería motivar al pueblo de Dios a llevar vidas de santidad y obediente servicio (1 Jn. 2-28-3:3).
La discreta frase « y murió» no se utiliza para Enoc, porque Enoc es uno de los dos hombres en las Escrituras que nunca murieron. Tanto Enoc como Elías fueron llevados con vida al cielo (2 R. 2:1-11). Algunos estudiantes ven en el «arrebatamiento» de Enoc previo al diluvio como una imagen de la iglesia siendo llevada al cielo antes que Dios envíe la tribulación a la tierra (1 Ts. 4:13-5:11). Fue «por fe» que Enoc fue llevado al cielo (He. 11:5). Él le creyó a Dios, caminó con Dios y se fue a estar con Dios, lo cual es un ejemplo para que todos nosotros lo sigamos. Imagine cuán difícil debió haber sido caminar con Dios durante esos años antes del diluvio, cuando prevalecían los vicios y la violencia, y solamente un pequeño remanente de personas creían en Dios (Gn. 6:5).
Pero la vida de fe de Enoc no era una cosa privada, porque él anunció con denuedo que Dios habría de venir a juzgar los pecados del mundo (Jud. 14-15). El juicio del diluvio ciertamente llegó en sus días, pero el juicio que Enoc estaba anunciando ocurrirá cuando Jesucristo regrese encabezando los ejércitos del cielo y condenando a Satanás y sus huestes (Ap. 19:11). La vida y el testimonio de Enoc nos recuerdan que sí es posible ser fiel a Dios en medio de una «generación maligna y perversa» (Fil. 2:15). No importa cuán oscuro sea el día o qué tan malas son las noticias, tenemos la promesa del regreso de nuestro Señor para animarnos y motivarnos a ser temerosos de Dios. Un día el pecado será juzgado y el pueblo de Dios será recompensado por su fidelidad, así que tenemos todas las razones para estar animados a medida que seguimos caminando con Dios.
Autor: W. Wiersbe – Cursos Seamos Básicos - ¡Estudie Gratis la Biblia! Seleccione, estudie y complete alguno de estos excelentes cursos. ¡De esta manera usted será parte del Instituto Bíblico de BBN! Para inscribirse ingrese a: www.bbnbi.org - (Español) y luego haga clic en Ayudas a sus Preguntas. La Ayuda No. 1 dice Cómo Inscribirse! |
Escrito por:
W. Wiersbe - Seamos Básicos
Fecha de publicación
7/11/2016 2:38 PM
Número de visitantes
5787
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