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CÓMO PREPARAR MENSAJES BíBLICOS
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Se tiene que decir, y afirmar con énfasis, que el factor más importante en la preparación de los sermones es la preparación del propio corazón del predicador. Ninguna cantidad de conocimiento ni de capacidades naturales pueden llegar a tomar el lugar de un corazón ferviente, humilde y devoto, que anhela más y más de Cristo. Sólo el hombre que anda con Dios y que vive una vida santa podrá inspirar a otros a crecer en la gracia y en el conocimiento de Cristo. Este hombre pasará mucho tiempo a solas con Jesús, manteniendo una comunión diaria, ininterrumpida y sin prisas con Él en Su Palabra. El predicador debe, también, ser un hombre de oración que haya aprendido el arte de la guerra santa sobre sus rodillas. Como Daniel, debe tener la costumbre de la oración y de encontrar tiempo, o mejor aún, de hacer tiempo, para orar diaria y regularmente en su estancia. Sus sermones no serán entonces el mero resultado de un esfuerzo intelectual, sino mensajes procedentes del cielo, recibidos en respuesta a la oración. E. M. Bounds, aquel poderoso hombre de oración, dijo acertadamente: La oración pone el sermón del predicador en el corazón del predicador; la oración pone el corazón del predicador en el sermón del predicador.» Pero el hombre que debe predicar el mensaje del Libro tiene también que ser un hombre del Libro. Tiene que estudiar las Escrituras, no sólo para dar un mensaje a su congregación, sino para vivir en el Libro. La Palabra de Dios tiene que venir a ser su comida y bebida. Tiene que pasar muchas horas a la semana, a lo largo de toda su vida, en diligente estudio de la Biblia. Tiene que saturarse con ella hasta que se apodere de su corazón y alma, y que con jeremías pueda decir acerca de la Palabra: “Había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude” (Jer.20:9). ¡Que Dios nos dé, en estos días de tanta necesidad, hombres de Dios que amen supremamente al Señor Jesucristo, y que prediquen de tal manera Su Palabra que otros sean atraídos y ganados para El!
CLASIFICACIÓN DE SERMONES
Hay muchos tipos de sermones, y muchas maneras de clasificarlos. Al intentar clasificarlos, los escritores de homilética usan diferentes definiciones, y en el uso de estas definiciones hay una considerable extensión en la clasificación. Hay escritores que clasifican los sermones según su contenido o tema, otros en base a su estructura, y otros con respecto al método psicológico utilizado cuando se presentan los mensajes. Hay otros métodos de clasificación de sermones, pero quizás el método menos complicado sea el de clasificarlos como temáticos, textuales y expositivos. Estudiaremos la preparación de mensajes bíblicos considerando estos tres tipos principales.
DEFINICIÓN DE UN SERMÓN TEMÁTICO
Empezamos nuestra consideración del sermón temático con una definición, porque si esta definición es comprendida totalmente, el estudiante conseguirá dominar los elementos básicos de un discurso temático. Un sermón temático es aquel cuyas principales divisiones se derivan del tema con independencia del seguimiento de un texto. Consideremos cuidadosamente esta definición. La primera arte afirma que las principales divisiones tienen que hacerse en base al tema misma. Esto significa que el sermón temático empieza con un tema, y que las partes principales del sermón consisten en ideas que provienen de dicho tema. La segunda parte de la definición declara que el sermón temático no exige un texto como base de su mensaje. Ello no significa que el mensaje no vaya a ser bíblico, sino que indica solamente que no es un texto de las Escrituras la base del sermón temático. Sin embargo, para asegurar que el mensaje sea totalmente bíblico en su contenido, debemos empezar con un tema o asunto bíblico. Las principales divisiones del bosquejo del sermón deben sacarse de este tema bíblico, y cada división principal debe estar apoyada por una referencia bíblica. Los versículos que apoyan las principales divisiones debieran, por lo general, sacarse de pasajes de la Biblia que estén bastante separados entre sí.
EJEMPLO DE UN SERMÓN TEMÁTICO
Para comprender aún más la definición, pongamos manos a la obra con un sencillo bosquejo temático. Para nuestro tema, seleccionaremos las razones de las oraciones sin respuesta. Señalemos ahora que no estarnos usando un texto, sino un tema bíblico. De este tema tenemos que descubrir qué es lo que la Biblia da como razones de la oración no contestada. Al meditar y recordar varias partes de las Escrituras que se refieren a nuestro tema, podremos hallar textos como los que siguen, todos los cuales indican por qué, frecuentemente, las oraciones quedan sin respuesta: Santiago 4:3; Salmo 66:18; Santiago 1:6-7; Mateo 6:7; Proverbios 28:9 y 1 Pedro 3:7 . Es aquí donde una buena Biblia con referencias, una concordancia exhaustiva o una Biblia temática, pueden ser de incalculable utilidad. Con la ayuda de estas referencias hallamos las siguientes causas detrás de la oración sin respuesta:
1. Pedir mal (Stg. 4: 3)
2. Pecado en el corazón (Sal. 66: 18)
3. Dudar de la Palabra de Dios (Stg. 1: 6-7)
4. Repeticiones vanas (Mt. 6:7)
5. Desobediencia a la Palabra (Pr. 28: 9)
6. Comportamiento desconsiderado en la relaci6n conyugal ( 1 P. 3 : 7)
Aquí tenemos un bosquejo temático bíblico, con cada división principal derivada del tema -razones para la oración sin respuesta- y cada división apoyada por un versículo de las Escrituras.
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Escrito por:
James Braga - Curso: Cómo Preparar Mensajes Bíblic
Fecha de publicación
11/30/2016 4:09 PM
Número de visitantes
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