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Al Señor Jesús podemos contarle aquello que hay en nuestro corazón
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La oración es poderosa, pero también es un gran misterio. Se nos enseña a tener fe, a pedir con fervor y denuedo, a perseverar y a someternos a la voluntad de Dios.
No obstante, Él responde según su sabiduría, a su tiempo y de la mejor manera. Simplemente, debemos gracias porque el Señor quiere oír lo que tenemos en el corazón y porque, al margen de la respuesta, sigue siendo un Dios muy bueno.
Alguien escribió: “La oración y la impotencia son inseparables. Solo los indefensos e impotentes claman de verdad. Sin embargo tu impotencia es tu mejor recurso para depender de Dios”.
Hoy dependamos de Dios e invirtamos tiempo en la presencia de Dios. Pablo nos anima al decir: Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias. (Colosenses 4:2)
Le invitamos en la próxima hora a orar con nosotros en el Altar Familiar. Si usted tiene motivos de oración los puede enviar a esta dirección electrónica: red@bbnmedia.org
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Escrito por:
Equipo de Trabajo del Instituto Bíblico de BBN
Fecha de publicación
3/9/2017 12:11 PM
Número de visitantes
19012
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