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Su Identidad - ¿Cuál es su identidad?
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Si alguien le preguntara: “¿Quién es usted?” ¿Qué respondería? Muchos hacemos una descripción de nosotros mismos diciendo lo que hacemos, por ejemplo: “Soy maestra”, o “soy contador”. Otras personas invierten años de sus vidas estudiando genealogías tratando de llegar a sus raíces para determinar quiénes son a través de su descendencia familiar. ¿Cuál es su verdadera identidad? ¿Qué es la identidad? ¿Acaso la identidad propia es algo con lo que se nace? ¿Se puede cambiar, o no? A partir del momento en que Adán decidió desobedecer a Dios en el jardín del Edén, él y todos sus descendientes han sido identificados con el pecado. Su declaración de independencia explica la naturaleza rebelde que todos hemos heredado. Puesto que todos nacimos de la familia de Adán, tenemos la inclinación natural a llevar vidas egoístas. Sin embargo, el Padre celestial tiene un corazón lleno de amor por nosotros y ha buscado sin cesar a cada persona para ofrecerle su adopción. Él quiere adoptarnos en su familia para darnos una nueva naturaleza… la misma naturaleza moral de su Hijo. Cuando nos convertimos en verdaderos cristianos al recibir a Jesús como nuestro Salvador personal y Señor, también recibimos una nueva identidad. Siendo hijos de Dios, la vieja naturaleza de pecado ha sido cambiada por una gloriosa ¡nueva identidad en Cristo! Conozca acerca de la crisis de identidad y los pasos para encontrar sanidad dentro de los conflictos emocionales que son comunes en todas las personas que están luchando por obtener su identidad.
Recordemos qué somos en Adán y qué somos en Cristo
En Adán: - Esclavos del pecado: “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado”. (Romanos 6:6) - Muerte: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. (Romanos 6:23) - Enemigos de Dios: “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”. (Romanos 5:10) - Condenados: “Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación”. (Romanos 5:16) - Bajo la ira de Dios: “Entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás”.(Efesios 2:3)
En Cristo: - Somos Libres del pecado: “Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado”. (Romanos 6:7) - Tenemos Vida: “Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna”. (Romanos 6:22) - Hemos sido Reconciliados con Dios: “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”. (Romanos 5:10) - No estamos bajo condenación: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”. (Romanos 8:1) - Somos Libres de la ira de Dios: “Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira” (Romanos 5:9)
Mi nueva libertad e identidad en Cristo Mentira: “Mi vida carece de valor porque he fallado y merezco ser castigado por ello”. Verdad: Tengo valor porque Dios me da ese valor el cual no se basa en lo que he hecho, sino en Cristo que vive en mí y que me ha liberado de la condenación. -Soy libre de toda acusación. (Colosenses 1:22) -Soy libre de toda condenación. (Romanos 8:1) -Soy libre de la ley. (Romanos 7:4) -Soy libre del pecado. (Romanos 6:11) -Soy libre de la ira de Dios. (Romanos 5:9) -Soy libre de toda comparación. (Ef. 2:10, Sal. 139)
Versículo clave para memorizar: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. (Gálatas 2:20) Pasaje clave para leer y meditar: Efesios 5:8–17
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Escrito por:
Esperanza para el Corazón
Fecha de publicación
8/23/2017 3:46 PM
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