Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta (Juan 14: 8). El pastor y escritor Erwin Lutzer relata una historia sobre un conductor de televisión y un muchachito que estaba dibujando un retrato de Dios. Enojado, el conductor dijo: «No puedes hacer eso porque nadie sabe cómo es Dios». «¡Lo sabrán cuando termine!», afirmó el muchacho. Quizá nos preguntemos: ¿Cómo es Dios? ¿Es bueno? ¿Le importamos? La sencilla respuesta a estas preguntas es lo que Jesús le explicó a Felipe cuando pidió: «Señor, muéstranos el Padre». El Señor dijo: «¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?» (Juan 14:8-9). Si deseas ver a Dios, mira a Jesús. Lee los cuatro Evangelios en el Nuevo Testamento: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Pablo declaró: El Hijo «es la imagen del Dios invisible» (Colosenses 1:15). Medita en lo que Jesús hizo y dijo, y «dibuja» tu propia imagen mental de Dios a medida que leas. Cuando hayas terminado, sabrás mucho mejor cómo es Él.
Una vez, un amigo me dijo que el único Dios en el que podía creer era el que veía en Jesús. Si miras atentamente, estarás de acuerdo. Al leer de Él, tu corazón palpitará porque, aunque quizá no lo sepas, Jesús es el Dios que has estado buscando toda tu vida.
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