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Elija madurar, esperar y hacer la Voluntad de Dios
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"Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad". Mateo 26:42 Cristo, que gran ejemplo es para nuestra vida en la obedecer a la voluntad de Dios, aún cuando la misma implicaba sufrimiento. A medida que han transcurrido los años el hacer la voluntad de Dios me ha llevado a madurar, crecer y confiar más en Dios. Claro todo eso ha tenido un precio que en ciertas ocasiones no estaba dispuesto a pagar. Pero le digo un gran objetivo de los cristianos sanos y saludables es la esperanza de alcanzar la madurez antes que la muerte se presente. Le diré, sin vacilación, que uno de los grandes objetivos de vida es crecer en madurez a medida que me vuelvo más viejo. Unas excelentes palabras grabadas en una lápida serían: “Aquí yace un hombre que se mantuvo creciendo a medida que seguía envejeciendo”. Madurar y envejecer necesitan ir de la mano. Pero tenga esto por seguro: la madurez es un proceso lento y penoso, pero vale la pena. En ciertas ocasiones Dios trae sufrimiento o dificultades a nuestra vida para que maduremos y desarrollemos paciencia, para que nos afirmemos en la voluntad de Dios. Tenemos dos alternativas cuando se presentan las dificultades: Podemos verlas como una intrusión, un atropello, o como una oportunidad para responder con obediencia concreta a la voluntad de Dios y con esa severa virtud que Santiago llama “paciencia.” La paciencia no es una resignación a regañadientes, ni un consentimiento pasivo, ni tener una actitud de queja constante. Es “una mejor y madura actitud en la misma dirección”, en la misma dirección de la voluntad de Dios. Ser pacientes o esperar en Dios es:
- Es mantenerse en la senda de la obediencia a pesar de todas las indicaciones o tentaciones a ir en otro sentido, o en una dirección contraria o distinta fuera de la voluntad de Dios.
- Es la tenaz determinación de buscar la santidad cuando las condiciones de la santidad no son favorables.
- Es la decisión, en medio de nuestro sufrimiento, de hacer aquello que Dios nos pidió que hiciéramos, lo que haya sido, y por todo el tiempo que Él nos pida que lo hagamos.
- Es elegir la decisión constante de ser agradecidos en toda situación, ocasión, pobreza,necesidad, riqueza, gozo o sufrimiento, por decir algunas cosas.
- Es esperar constantemente en la presencia de Dios, haciendo la voluntad de Dios, aún cuando las oraciones no son contestadas, aún cuando las fuerzas se han agotado. Como escribió Oswald Chambers: “Elegir el sufrimiento no tiene sentido en absoluto; elegir hacer la voluntad de Dios en medio de nuestro sufrimiento es lo más sensato del mundo.”
¿Dónde se encuentra usted hoy? ¿Adónde le está conduciendo el viaje que está haciendo? Más importante aún, ¿qué opción ha elegido? ¿Está viendo su prueba como un atropello o como una oportunidad? ¿Está haciendo la voluntad de Dios? Si no está en la voluntad de Dios, decida retornar primero al Señor y luego al lugar donde Dios le llamó. Si no tiene fuerzas pida consejo a su pastor, a un buen amigo/a maduro y cristiano. Además haga el esfuerzo de no olvidar y recordar las lecciones de vida que ha aprendido, durante el tiempo que ha permanecido en la voluntad de Dios. Eso hará un cambio significativo en su vida. A medida que usted avance en edad, siga creciendo en madurez; y, en vez de simplemente leer sobre la vida de otros hombres y mujeres de Dios, comience a vivir esa clase de vida. Eso sería lo más sensato del mundo, ¿no le parece?
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Escrito por:
Pastor Charles R. Swindoll
Fecha de publicación
11/13/2017 9:13 AM
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