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Fuera de mis planes
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"Guarda silencio ante el Señor, y espera en él…" — Salmo 37:7 No esperaba que mi vida fuera así. Quería casarme a los 19 años, tener media docena de hijos y dedicar la vida a mi familia. Sin embargo, en lugar de eso, salí a trabajar, me casé con más de 40 años y nunca tuvimos hijos. Durante muchos años, tenía la esperanza que el Salmo 37:4 fuera para mí una promesa de Dios garantizada: «… él te concederá las peticiones de tu corazón».
Pero el Señor no siempre «hace» lo que esperamos, y los deseos insatisfechos muchas veces generan ocasionalmente tristeza y enojo. Como en mi caso, es probable que tu vida haya tomado un giro diferente al que habías planeado.
Algunos conceptos del Salmo 37 tal vez sean útiles (aunque la idea primordial del pasaje es compararnos con los impíos). El vs. 4: "Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón", nos enseña que los deseos incumplidos no deben quitar el gozo de nuestra vida. A medida que conocemos más el corazón de Dios, Él se convierte en nuestro gozo y llegamos a comprender Su preciosa y perfecta voluntad, aun cuando nuestros planes no se concreten. De todas maneras siempre son mejores los planes de Dios.
El salmo también dice: «Encomienda al Señor tu camino» (v. 5). La palabra encomendar significa «volcar». El maestro de la Biblia Herbert Lockyear dice: “Vuelca tu camino sobre el Señor”, como alguien que coloca sobre los hombros de una persona más fuerte la carga que no puede soportar». Luego agrega “Confía en él” (v. 5). Cuando le encomendamos todo con confianza a Dios, podemos esperar en Él (v. 7), porque llevará a cabo lo mejor para nuestra vida.
Reflexión: El corazón del hombre piensa su camino; mas el Señor endereza sus pasos. — Pr. 16:9
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Escrito por:
Escritores de Nuestro Pan Diario
Fecha de publicación
11/29/2017 12:43 PM
Número de visitantes
5977
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