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QUÉ SIGNIFICA “CONFIAR EN DIOS
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Confiar no es una de mis cualidades más fuertes. Podría echarle la culpa de mi conflicto al hecho de no conocer suficientes personas dignas de confianza, pero sé que el problema está en mí...en mi deseo de protegerme yo mismo y en mi temor de salir lastimado o sufrir desilusión. Sé que el no confiar en otros es uno de mis mecanismos de defensa. Siempre que me enfrento a algún asunto que requiere confianza, de inmediato me pongo en modo de evaluación. Pienso para mis adentros: “Si puedo lograr un conocimiento comprensivo del problema, tal vez puedo dominarlo y así ya no tendré que confiar para nada.” (Suena como un individuo llamado Gedeón, ¿verdad?)
Mi lucha en cuanto a confiar no es nueva; como tampoco lo son mis esfuerzos por crecer en este aspecto. He estudiado a cabalidad el verbo confiar, pero mis estudios no han hecho que me sienta nada mejor en cuanto a confiar. He descubierto que confiar es cuestión de tener tremenda confianza en alguien o algo, depender de alguien o algo para ayuda. Eso es un pensamiento encantador pero no muy alentador. También he aprendido que la confianza real da por sentado que aquel en quien confiamos demuestra un carácter fuerte de honradez, equidad, confiabilidad, justicia, moralidad, ética y consistencia. A estas alturas, si usted es como yo, está pensando: “¡Ni en sueños! ¡Nadie ni nada es así de confiable!”
Este es el conflicto: La Biblia dice que hay absolutamente Alguien que es digno de confianza. La Palabra de Dios nos llama a confiar sin reservas en nuestro Padre celestial, creyendo que Él le sostendrá y hará que todo resulte para bien (Romanos 8:28).
Mi mecanismo de defensa de no confiar en otros resulta un tiro completo por la culata cuando se trata de Dios. Como usted ve, no hay ninguna defensa más fuerte que Él. Él es la respuesta a mi lucha con la confianza; cuando sigo Su llamado a confiar, descubro que Su carácter es fuerte con honradez, equidad, fidelidad, veracidad y justicia. Él es el ejemplo cumbre de una persona moral, ética y consistente. Nunca vacila. Él es confiable. Siempre que confío en Él, Su verdad penetra más hondo en mi corazón y así se reduce mi lucha en cuanto a confiar.
Permítame decirle que he aprendido que hay libertad, gozo, descanso y paz absoluta al confiar en el Cristo soberano y fiel. Quiero que usted también tenga esta libertad, gozo, descanso y paz. Si yo puedo confiar en Dios, apuesto a que usted también lo puede. Vamos, ¡dé el paso!
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Escrito por:
Ministerio Visión para Vivir
Fecha de publicación
5/31/2019 3:11 PM
Número de visitantes
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