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¡Pero Dios jamás abandona!
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"En ti pondrán su confianza los que conocen tu nombre,
porque tú, oh Señor, jamás abandonas a los que te buscan." Salmo 9:10
El conocimiento es fundamental en todo estudio científico. Más allá de la
experiencia, de los sentimientos o de la intuición, los científicos se basan en
el conocimiento. Hay una serie muy interesante
llamada CSI, de la policía científica de EE.UU. que determina el autor del asesinato
en base a las evidencias encontradas en el hecho del crimen. La frase célebre
del protagonista es: "Las evidencias nunca mienten". Eso es una comprobación
científica.
Pero las personas nos manejamos por los sentimientos, por nuestro parecer, por
nuestras sensaciones, por el instinto o el olfato. Ponderamos más aquello que
sentimos que cuanto sabemos. No es una regla absoluta en todos, pero en mayor o
menor medida, nos dejamos influenciar por los sentimientos. Esto también le pasaba a David. Como todos nosotros, David
también tenía días buenos y días malos. Y frente a sus momentos difíciles y complicados, cuando sus enemigos atacaban y lo angustiaban, este hombre de Dios, nos deja
esta salida para los momentos críticos. En lugar de dejarse hundir por sus sentimientos
de fracasos, angustias, dolores, abandonos y desprecios, David volvía a pensar
en Dios. Cuando estamos tristes o en problemas, tendemos a desconfiar del amor
de Dios. Pensamos que nos abandona, que no se ocupa de nosotros. Dejar que ese
sentimiento se apodere de nuestra mente, es aquello que nos complica la vida. Es
cierto que la angustia y los problemas hacen pesada el alma, que quitan el
ánimo y nos hacen sentir solos y abandonados.
Pero Dios jamás abandona. No importa que sintamos en el alma, Dios no abandona.
Pero sólo quien conoce a Dios, puede vencer este razonamiento, y pasar sobre el
sentimiento de tristeza que nos invade en los momentos difíciles. Hoy el
salmista, nos invita a poner nuestra confianza
en Dios, que investiguemos y conozcamos quien es Dios. Que recordemos y
aprendamos de su Fidelidad, de su Fuerza, de su Poder, de su Gracia, de su
Amor, de su Constancia, de su Misericordia, para saber que Dios jamás nos
abandona.
No importa que sintamos, aquello que nos digan o cuanto suponemos. Nuestra confianza, depende del conocimiento de Dios. Podemos sobrevivir a cualquier crisis, sólo tenemos que saber quien es Dios.
REFLEXIÓN - Para sostener la confianza, no sientas; mejor conoce.
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Escrito por:
Daniel Pérez Cliffe -Devocional PC.
Fecha de publicación
5/19/2008 2:31 PM
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