"Bueno es el Señor, una fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en Él se refugian." Nahum 1:7
Generalmente nos tomamos con mi familia una semana para disfrutar de vacaciones y habíamos planeado hacer algunos viajes cerca para descansar y conocer algunas localidades que no conocíamos. Pero esa semana, fue un record de lluvias. Fue un diluvió 10 días seguidos, hubo inundaciones, accidentes, árboles y techos rotos, calles y rutas cortadas. Y agradecimos a Dios poder tener una casa hermosa donde pasar una semana, sin goteras, secos y disfrutado de la familia. Nuestra casa, es nuestro hogar y un refugio. Allí nos sentimos cómodos, contenidos, amados, seguros, contentos, y disfrutamos los cuatro de perfecta armonía.
Nahum el profeta, no tenía la misma fortuna. Su casa estaba  en un grave caos. Guerra, problemas, angustias, soldados armados, violencia, destrucción, asesinatos, muertes, enfermedades, hambre y otras tantas cosas eran las que encontraba en su casa y al salir de ella. Nahum no encontraba un lugar donde refugiarse, donde sentirse seguro. No había ningún lugar físico donde hacerlo, y tampoco lo encontraba en su corazón. Tenía inseguridad fuera y dentro de su vida, la angustia por los problemas que tenía era demasiado grande y los motivos de su preocupación demasiado reales. Tal vez hoy te sentís como Nahum, solo, angustiado y sin refugio, desprotegido e indefenso ante tantas dificultades.
Este profeta solitario, puede decir que a pesar de tantos problemas, Dios es bueno. ¿Cómo podía este hombre que se sentía desprotegido y triste, hacer semejante afirmación? Simplemente porque conocía a Dios. Y su conocimiento de Dios no estaba condicionado por las circunstancias que le tocaban vivir y padecer. Por más que su entorno fuera muy dificil, que se sintiera solo y frustrado, que tuviera demasiada tristeza en el alma, que le hubieran fallado todos sus amigos, y que no encontrara respuestas a sus preguntas, aun así Nahum podía decir que Dios es bueno. Porque en sus peores momentos, Él fue el refugio para su angustia, y la fortaleza que sostuvo su vida.
Dios sigue siendo el mismo ayer, hoy y por los siglos. Dios sigue siendo más grande y poderoso que todos tus problemas juntos. Y hoy te invita a que puedas disfrutar de su Refugio y de su Fortaleza. Dios sabe perfectamente que situación angustiosa estás pasando, sabe como te sentís y cuanto sufrís. Y te recuerda que Él es tu refugio ante cualquier tormenta.

REFLEXIÓN - Dios te protege porque es Bueno y puede ser tu Refugio.