Apreciados hermanos en Cristo:

Me comunico nuevamente con ustedes,  en primer lugar con gratitud al Señor por ese ministerio.

Ya les he comentado que en Buenos  Aires es imposible escucharlos por radio,  pero gracias al Señor puedo hacerlo por Internet.

El año pasado mi hermana Raquel, mi esposo y yo,  nos comprometimos a depositar $30 por mes para ambos ministerios: el radial e internet a través de las diferentes cuentas bancarias.

Desde febrero 2006 hemos duplicado con gran gozo esa pequeña suma, el Señor nos permite ahorrar de otro gasto mensual y  hemos destinado parte para el ministerio de difusión de su Palabra.  

De ustedes aprendimos que lo pequeño, es poderoso en las manos del Señor.

María