El amor de Dios a la humanidad es grande, es por eso que nosotros como hijos de Dios le amamos con amor fraternal. Prueba de esto es un hermano en Cristo de 78 años de edad que nos visitó en la oficina de BBN en la ciudad de San Pedro Sula, Honduras. A pesar de su incapacidad física, usa muletas,  pues sólo tiene una pierna, vino hasta la oficina para llevar algunas semillas para repartir,  ya que está  agradecido con Dios por la bendición que recibe por medio de este ministerio, aunque no puede dar una ofrenda monetaria, ora por nosotros y reparte semillas y va por la ciudad predicando las buenas nuevas de salvación a las personas. ! Qué mejor ofrenda que esta ¡ le dijimos, el poder darnos a nosotros mismos es la mejor ofrenda. Por eso,  sigamos apoyando ministerios como BBN para que Dios siga haciendo la obra en esta humanidad.  Recuerde que Cristo está con nosotros para ayudarnos.