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Conflicto con un gigante - Creciendo a través del Conflicto
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En la vida llega un tiempo cuando somos enfrentados con una amenaza que nos dobla en tamaño. Puede ser cáncer, bancarrota o un matrimonio fallido, pero existe ese peligro inesperado que amenaza con deshacernos. ¿A dónde vamos? Con frecuencia nuestro carácter es revelado de una forma más clara por la manera como manejamos una crisis. ¿Recurrimos a la manipulación, la ira irracional, o al engaño? 0, ¿nos volvemos a Dios confiando en que, como Todopoderoso que es, no será vencido por la crisis? Una historia Familiar Una de las historias más familiares narradas en el Antiguo Testamento, es la de David y Goliat. Se trata del relato clásico que cuenta cómo un pastorcito reaccionó ante el desafío que acobardó a otros hombres. Es también una descripción que nos enseña cómo podemos enfrentar nuestro más temible gigante sin huir buscando un escondite. El contexto histórico es familiar: En lugar de tener al ejército de Israel y al de los filisteos peleando una batalla a gran escala, porque muchas vidas perecerían, se llegó al acuerdo implícito de que dos representantes libraran un duelo para determinar, teniendo en cuenta el resultado, cuál de los dos frentes ganaría. ¡Piense en la responsabilidad que pesaba sobre los hombros de estos dos hombres! ¿Qué le parece el hecho que su éxito o fracaso determinaba la victoria o esclavitud de sus compatriotas? Los filisteos no tuvieron dificultad en encontrar un voluntario: Salió entonces del campamento de los filisteos un paladín, el cual se llamaba Goliat, de Gat, y tenía de altura seis codos y un palmo. Y traía un casco de bronce en su cabeza, y llevaba una cota de malla; y ero el peso de la cota cinco mil sic/os de bronce. Sobre sus piernas traía grebas de bronce, y jabalina de bronce entre sus hombros. El asta de su lanza era como un rodillo de telar, y tenía el hierro de su lanza seiscientos ciclos de hierro; e iba su escudero delante de él. Y se paró y dio voces a los escuadrones de Israel, diciéndoles: ¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo el filisteo, y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí. .. .Hoy yo he desafiado al campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo (1 S. 17:4-8, 10). Una explicación sería: Goliat media más o menos 2,70 metros de altura, y portaba una armadura que pesaba 125 libras; sólo su lanza pesaba 17 libras. Era el clásico retrato de la fortaleza y el desafío superhumanos. Como lo describe Alan Redpath: "Su cabeza, hombros, pecho y piernas estaban recubiertos de bronce. Era, sencillamente, una masa de bronce que brillaba bajo el sol palestino" Durante 40 días se adelantó, en la mañana y en la tarde, gritando sus blasfemos desafíos contra Jehová, y retando a que cualquier israelita se le enfrentara. Israel en guerra tenía dificultades para encontrar un voluntario. Las mejores tropas de la nación estaban aterrorizadas y desanimadas ante la humillación diaria que de manera forzada debían soportar. Tímidamente se señalaban el uno al otro, individualmente convencidos de que era la otra persona quien debía responder al desafío. Habían pasado cuatro años desde que David fuera ungido en privado por Samuel en Belén. Ahora, a los 19, todavía estaba apacentando el rebaño de su padre, yendo y viniendo entre las ovejas y la corte de Saúl. Aún no tenía una visión clara de cómo Dios planeaba trasladarlo de pastor a rey. Un día Isaí, su padre, le dio la orden de llevar algo de comida a sus hermanos, quienes estaban en el campo de batalla, aunque los dos ejércitos aún no se habían enfrentado. Su padre también quería un informe sobre el progreso de la confrontación, y saber si alguien había tenido el valor de desafiar al blasfemador (1 S. 17: 17-19). David fue por el camino tan rápido como pudo y, llegó a la línea de batalla, donde se unió a sus hermanos que estaban ubicados en el monte a la cabeza del valle. En ese momento Goliat apareció una vez más, maldiciendo e insultando a los hombres que le miraban a la distancia. Rápidamente, la línea de batalla israelita se movió ... i Atrás! Leemos que todos los hombres huían de su presencia, y tenían gran temor (1 S. 17:24). David hizo algunas preguntas: ¿Qué harán al hombre que venciere a este filisteo, y quitare el oprobia de Israel? Porque ¿quién es este filisteo incircunciso. para que provoque a los escuadrones del Dios viviente? (1 S. 17:26). Como ya lo estudiamos en el capítulo anterior, Eliab, el hermano mayor, oyendo la conversación del menor de sus hermanos con los hombres poderosos de Israel, se encendió en ira contra David y le dijo: ¡ Hermanito,ve a casa! Sin embargo, el rey Saúl escuchó el rumor de que David podría ser su primer voluntario. Así que envió por ese pastorcito que pedía le dieran la oportunidad de batallar con el despreciable gigante. Saúl trató de disuadir a David de su heroísmo: . .. No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud (1 S.17:33) Sin embargo, David argumentó que la igualdad de condiciones entre él y Goliat eran más parejas de lo que el rey se daba cuenta. Mientras apacentaba las ovejas, dijo David, había matado un león y un oso en la línea del deber. Y más importante aún, Dios estaría de su lado en la pelea . ... Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo . . . (1 S. 17:37). David estaba muy convencido que Saúl, cuyas esperanzas por cualquier otro prospecto eran cada vez más débiles, decidiría darle la oportunidad de pelear. Conocemos el resto de la historia: David hizo lo que ningún otro hombre en Israel creyó posible. Y ifinalmente la cabeza del gigante fue presentada en una bandeja! ¿Hay una situación en su vida que deshonra al Dios viviente? ¿Está siendo acosado por Satanás, cuyos insultos le hacen pensar que su humillación será segura? ¿Está delante de un gigante que con su voz lo desafía diariamente? ¿Cuál gigante bloquea su camino de progreso espiritual? Nuestros Gigantes. Por favor, recuerde que raras veces nuestros gigantes son suprimidos tan rápidamente como sucedió con éste. Deseo que cada batalla espiritual pudiera ser ganada en un solo día, y con una sola piedra. Realmente el mismo David supo que ese era el único conflicto que Dios liquidaba rápidamente para él, porque la mayoría de sus batallas, continuarían por años. Sin embargo, hay varias razones por las cuales David se convirtió en un "exterminador de gigantes". Los principios que usó se convirtieron en un modelo para nosotros a la hora de tener que enfrentar ese gran gigante que se para en el camino de nuestro progreso espiritual. Creo que en esa historia hay más que simplemente el notable hecho de que un niño mató a un gigante con tan increíbles singularidades. Este es un cuadro del conflicto espiritual en el cual usted y yo participamos cada día. Se trata del conflicto entre el verdadero Dios y sus blasfemos rivales. Si usted desea aprender mas sobre la historia del rey David, le invitamos a estudiar el Curso “Creciendo a través del Conflicto” , lecciones que encuentra en el Ciclo de Estudios de Personajes Bíblicos
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Escrito por:
Erwin Lutzer.
Fecha de publicación
4/15/2011 4:41 PM
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