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La Santificación... y la Palabra de Dios - Segunda Parte
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¿De qué modo puedo yo entonces estudiar la Palabra con provecho para que el Señor la use en la santificación de mi vida? La contestación es muy sencilla: Hay que leerla, entenderla y obedecerla. El « secreto» de hacer la lectura es la persistencia, y es mejor leer algo de la Palabra cada día que leer largas secciones semanalmente y nada entre medio. Mi opinión personal es que el cristiano nuevo debería empezar con cualquier libro que le interese, más bien que intentar seguir lo que otro le diga es el mejor plan. Pero lo importante es leer, leer y continuar leyendo. En cuanto a entender la Palabra, hay ciertas cosas que pueden ayudar. La primera es una traducción de la Biblia que sea fácil de entender. Algunos prefieren algunas versiones parafraseadas. Otra ayuda muy básica para entender la Palabra, y uno que a menudo se pasa por alto, es un buen diccionario bíblico. Se definen en él palabras como efa, efod, nardo, adulfe, etc. Incluso palabras más teológicas, como Pentecostés, iglesia y misterio aparecen en un buen diccionario de la Biblia. A veces mucha gente no entiende la Biblia porque desconoce el significado de ciertas palabras que leen. A menudo se nota esto cuando se oye a alguien leer las Escrituras en voz alta, como en un servicio de la iglesia. Cuando usted entiende el sentido de las palabras que está leyendo, luego proceda, suponiendo que se han de entender llanamente. Hay que tener en cuenta que Dios no quiere confundirnos y que cuando nos habla lo hace con palabras inteligibles, de modo que no tenemos que buscar un significado «oculto» ni una interpretación «profunda». No hay que preocuparse por lo que todavía no entiende, sino más bien por lo que entiende plenamente. Cuando se persiste, se descubre que la Biblia es cada vez más inteligible. Si usted quiere entender la Biblia más plenamente, comience a emplear algunas de las ayudas que tenemos a disposición hoy. Hay comentarios escritos para laicos. El uso de la concordancia de la Biblia le lleva a uno a las verdades que antes no conocía. Es fácil; se busca una palabra como, por ejemplo, temor, y se va siguiendo su uso por toda la Biblia. Clases bíblicas de barriada o nocturnas de algún instituto bíblico darán al estudiante una capacitación mayor y es siempre una buena inversión de tiempo y de esfuerzo. Muchos institutos bíblicos tienen cursos por correspondencia que pueden seguirse en casa paso a paso. Pero, según dijimos antes, el conocimiento sin la obediencia no vale. Por eso las reacciones que tengamos al estudiar la Palabra deben acercarnos más y más al Señor. El que persiste y obedece tendrá de Dios mayor comprensión de la verdad y de su voluntad. El Espíritu Santo ha sido enviado específicamente para darnos entendimiento sobre las cosas de Cristo, y Él que es el Autor divino de la Palabra no dejará de hacer su trabajo. Estudie este y otros excelentes temas en el curso Equilibrio en la Vida Cristiana, disponible en el Ciclo de Vida y Hogar Cristiano. Inscríbase hoy mismo, estudiar en el Instituto Bíblico de BBN, es absolutamente Gratis.
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Escrito por:
C. Ryrie - Equilibrio en la Vida Cristiana
Fecha de publicación
7/8/2012 9:41 PM
Número de visitantes
4859
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