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¿Qué dice tu carta?
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"Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres." 2 Corintios 3:2
Hoy ya casi nadie escribe cartas. Esta costumbre tan antigua de papel, lápiz, sobre y estampilla está muriendo por el e-mail, el celular y el chat. Hoy los jóvenes no conocen que es una carta manuscrita. Pero hasta el siglo pasado, era algo bastante habitual. En tiempos cuando no existía el teléfono, era el único medio de comunicación entre personas que vivían lejos. Las personas, exponían en las cartas sus más íntimos sentimientos. Y trataban de reflejar con palabras, cuanto tenían en sus corazones. Tenían que ser muy cuidadosos al momento de escribir, porque quien recibiera su carta, no iba a poder consultar por alguna frase dudosa. La única evidencia de sus pensamientos o sentimientos era la carta escrita, por eso tenía que ser bien clara. No podían dejar dudas a sus lectores. Pablo sabía la importancia de dejar bien claro sus conceptos, cada vez que escribía una carta. Un concepto ambiguo podía generar confusión, problemas y aclaraciones tardías e innecesarias. La carta debía ser un fiel reflejo de la verdad que quería exponer. Con esta idea en mente, le escribe a los corintios para decirles que ellos, como nosotros, somos las cartas de Cristo. El apóstol dice que aquello que las personas pueden leer en nosotros va a ser aquello que reciban de parte de Jesucristo acá en la tierra. Ahora sabemos que ya no hay ángeles trayendo el mensaje de Dios. Dios ya no habla a través de truenos y fuegos terribles. ¡Hoy Dios habla a través de tu carta y de la mía! Le pregunto ¿Qué están viendo hoy en tu carta? Hay algunos cristianos que tienen la escritura un tanto borroneada, y no se nota aquello que quieren decir, no está claro el mensaje. Viven ambiguamente, coqueteando un poco en cada lado. No hay definiciones, ni firmeza. Parecen escritos en la arena, un poco de viento y la escritura desaparece. Algunas de estas personas se han acostumbrado a pecar, viven cuestionando los mandamientos de Dios y les cuesta mantener una vida santa como Dios quiere. Pero hay otros creyentes, que están escritos con la Sangre de Cristo, y muestran cada día un mensaje diferente. Su hablar es distinto, su pensamiento es diferente, su conducta es distinta, su manera de trabajar es diferente, su vida es diferente. Como el salmón, nadan en contra de la corriente, y escriben no sólo una carta, sino una historia para la Gloria de Dios.
REFLEXIÓN - ¿Qué dice tu carta?
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Escrito por:
Daniel Pérez Cliffe -Devocional PC.
Fecha de publicación
5/8/2008 10:13 AM
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